La
vida es complicada, nadie lo va a negar, todo cuesta un montón de esfuerzo y no
siempre nuestra voluntad es capaz de vencer las resistencias para que nuestros
sueños se hagan realidad. La existencia es frustrante porque las mayorías
suelen ser cobardes y mediocres, tirando por la borda las oportunidades para
transcender tan sólo por miedo o por ignorancia. La Humanidad es decepcionante
porque está más interesada en lo que nos separa y nos hace débiles que en lo
que nos puede convertir en sublimes. Sí, sí, y sí, pero esas no son razones suficientes
para desmoralizarse y permitir que te amarguen la existencia, porque al final
cada un@ de nosotr@s tiene a su alrededor gente por la que siempre merece la
pena esforzarse, siempre tendrá recompensa los sacrificios que realicemos,
siempre serán cómplices sus miradas, y es porque no lloren su ojos o pasen
privaciones sus cuerpos y almas por los que hay luchar hasta el final, tal y
como nos narra la emotiva entrada de hoy.
Duncan Dhu (a la que hemos
tenido en estas entradas) fue una banda donostierra que se crea en 1984 al juntarse dos
miembros de Los Dalton (el bajista y compositor Diego Vasallo y el
baterista Juan
Ramón Viles) y el cantante y guitarrista de Los Aristogatos Mikel Erentxun (al que
hemos tenido en estas entradas), con la idea de mezclar el pop rock con elementos
estéticos rockabilly y
letras influenciadas por el folk británico. Su primer disco lo componen, Por Tierras
Escocesas, un año más tarde y tiene buena acogida, por lo que en 1986
sacan el segundo, Canciones. En él
estarán cuatro de sus grandes canciones esta Esos Ojos
Negros, No Puedo
Evitar (Pensar En Ti), Jardín
De Rosas, y Cien Gaviotas que
les harán enormemente populares y grupo del año. Un año después aumentarán su
importancia en las listas con El Grito
Del Tiempo que llega al medio millón de discos en España y les abre las
puertas a giras por los otros países de habla hispana con sus sencillos Una Calle De París
y En
Algún Lugar. En 1989 dan un giro a su carrera tras la salida del
baterista con su disco doble Autobiografía,
su sonido se hace cada vez más pop y Diego Vasallo empieza a
tener más presencia como vocalista en las canciones como la magnífica Rosa Gris. Tras dos años
en los que afrontan proyectos personales, en 1991 editan Supernova
más orientado a la música bailable y las letras desenfadadas lo cual les
consiguió buenas ventas pero críticas de los fans. Tras su apoteósico concierto
en la Expo, con más de 120.000 personas, se toman un descanso del que salen en
1994 con su personalísimo disco Piedras. En
1996 realizan el disco en directo Teatro
Victoria Eugenia que contiene versiones acústicas de sus éxitos y que
es toda una maravilla. Y en 2001 sorprenden a todo el mundo con el disco de
despedida Crepúsculo
que con su tono acústico enamoró a todos sus seguidores. Ambos han seguido
colaborando en los trabajos que han realizado en solitario y participado juntos
en conciertos, por lo que a nadie sorprendió cuando en 2013 anunciaron que
sacaban un nuevo disco llamado El Duelo.
La
letra nos habla de cómo trata de animar a su amante declarándole su amor y su
intención de que sus sueños se hagan realidad y así no tenga que llorar.
La
música empieza con unas notas rasgadas de guitarra acústica que dan paso a la
voz clara y cantarina de Mikel
Erentxun después se le unen la pandereta de anillas, el bajo y los coros de
Diego Vasallo Diego Vasallo. El
interludio musical lo realiza la mandolina. Después entran los teclados con
nuevas pinceladas y crean una obra de singular belleza
©
Diego Vasallo y
Grabaciones Accidentales.
Letra original |
Esos ojos negros, esos ojos negros no los quiero ver llorar, tan sólo quiero escuchar, dime lo quiero oír, dime que vas a reír, dime, dime ahora que duerme la ciudad. Hace ya algún tiempo, hace ya algún tiempo que tú voz parece ser una pluma y un papel que cuentan que vas a volar en sueños, que serán tus ojos negros los que me iluminen al andar. La lluvia cae sobre el suelo gris, el tiempo pasa y no puedo reír, la noche es larga, mi voz, amarga. Hoy he visto despertar el sol. Y tus pupilas brillarán pero, espera, descuida, y ya verás, los buenos tiempos volverán. Pero, espera, descuida, que ya vendrán, la lluvia los devolverá. La lluvia cae sobre el suelo gris, el tiempo pasa y no puedo reír, la noche es larga, mi voz, amarga. Hoy he visto despertar el sol. Y tus pupilas brillarán pero, espera, descuida, y ya verás, los buenos tiempos volverán. Pero, espera, descuida, que ya vendrán, la lluvia los devolverá. Esos ojos negros, esos ojos negros no los quiero ver llorar, tan sólo quiero escuchar, dime lo quiero oír, dime que vas a reír, dime, dime ahora que duerme la ciudad, dime ahora que duerme la ciudad, dime ahora que duerme la ciudad. |
Raffaella Carra Hay que venir al Sur
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=gLCZMtu-e3Y
Sigamos los consejos de Raffaella
Buen día
Luis
Hola Luis, ¿te puedo sugerir que publiquemos la versión en italiano https://youtu.be/Wj1x4KYXeOE? Si prefieres la castellana contéstame en este correo.
EliminarMil gracias