Ante
la situación política actual en España algunas de mis amistades me dicen medio
en serio medio en broma que se van liar el petate y se van de emigrantes por el
mundo, que tampoco es que éste esté mucho mejor. Y en un momento dado les digo
con sorna que si van a ser como Marco, y claro, en cero coma segundos nos
ponemos a entonar, con más pasión que acierto, esta canción que hoy os traemos
y que nos marcó a toda una generación a fuego durante las tardes de fin de
semana que nos pasábamos frente al televisor llorando a lágrima viva ante las
desgracias que le pasaban al pequeño italiano que buscaba su mamá con la única
compañía de su mono Amedio.
José
María López Pascual nace en Madrid en 1967 y su padre Fernándo López fue
miembro de la Topolino Radio Orquesta, por lo que enseguida tuvo contacto con
la farándula tanto en la música como actor en anuncios de televisión. En 1976
participa en un casting para cantar la BSO de una serie de animación, Marco, De Los
Apeninos A Los Andes, donde interpretó esta Marco Opening así como la celebérrima Somos Dos. El éxito fue espectacular y recorrió toda España como
una mega estrella, y era tal su popularidad que se le invita a co-presentar uno
de los programas estrella de la televisión española como era 625 Líneas, pero lo
tuvo que abandonar ante la presión mediática por su corta edad. La prudencia de
sus padres hace que no participe en el cine y poco a poco pierde popularidad
quedando como actor de doblaje y después creativo artístico.
La
letra nos habla de cómo la humilde pero feliz vida de Marco sufre un vuelco
cuando su Madre tiene que emigrar y él le dice que si no vuelve pronto irá en
su busca.
La
música empieza con unas notas agudas de teclados que dan paso a la infantil voz
del cantante que es apoyado por la guitarra, el bajo, la sección de cuerda y la
percusión, la cual toma un ritmo más de western en el estribillo.
©
The Orchard Enterprises.
Letra original |
En un puerto italiano al pie de las montañas, vive nuestro amigo Marco en una humilde morada. Se levanta muy temprano para ayudar a su buena mamá, pero un día la tristeza llega hasta su corazón. Mamá tiene que partir cruzando el mar a otro país. No te vayas mamá, no te alejes de mí, adiós mamá, pensaré mucho en ti. No te olvides mamá, que aquí tienes tu hogar. Si no vuelves pronto iré, a buscarte donde estés, no me importa donde vayas, te encontraré. |