Hace
veinticinco años en un pueblo de Vizcaya vivía un chaval que junto a su pasión
por la música, era batería del grupo Póker, y su trabajo en una consultora,
decidió servir a sus conciudadanos siendo concejal de su ayuntamiento sin
cobrar un duro e invirtiendo su tiempo y esfuerzo. Eso último lo normal es que hubiese
sido respetado, pero para un@s malnacid@s eso le convertía en su enemigo, así
que una tarde le secuestran y dos días después le asesinaban de un tiro en la
nuca. Si hoy queréis acercaros al cementerio de Ermua para honrar su tumba no
podréis porque su familia tuvo que trasladarlo a un pueblo de Orense porque l@s
malnacid@s de ETA, que tan culpables fueron los que le torturaron como los que
les jalearon y apoyaron, después de asesinarle se dedicaban a profanar su
tumba. Es posible que para algun@s Miguel Ángel
Blanco se haya convertido en un recuerdo que molesta, una página que hay
que pasar, pero para la gran mayoría es un héroe que se jugó, y perdió, la vida
por una idea que se llama libertad. Para quienes hacemos este blog esos días
siguen en carne viva en nuestra memoria, y queremos homenajearlo con esta que
era una de sus canciones preferidas, para que cuando la escuchéis no le olvidéis,
al menos.
En
1984 se funda en Zaragoza Héroes del
Silencio (a los que hemos tenido en estas entradas) con Enrique
Bunbury como vocalista y compositor principal, Juan Valdivia como
guitarrista, Joaquín
Cardiel al bajo y Pedro
Andreu en la batería con un sonido que mezclará el post punk y el rock duro con unas letras góticas y simbolistas que se abrían a
múltiples interpretaciones. Empiezan a participar en varios certámenes de
grupos amateur que les permiten darse a conocer y un contrato con EMI en 1987
con el que lanzan el EP Héroes del
Silencio que vende 30.000 copias merced a dos temazos como Héroe
De Leyenda y El Mar Que No Cesa,
por lo que la discográfica en seguida les mete al estudio para sacar al año
siguiente su disco de debut El Mar No Cesa que
llegará a los 150.000 discos vendidos lo que era toda una hazaña para un grupo
novel. Para Senderos De
Traición contaron con la producción de un monstruo como es Phil Manzanera y les
lleva a ser número uno en las listas españolas de éxitos de la mano de esta Maldito Duende y Entre Dos Tierras,
además de ser su carta de presentación para el mercado europeo destacando
Alemania donde serán idolatrados. En 1993 incorporan a la banda al guitarrista Alan Boguslavsky para
que les ayude en su tercer disco, El Espíritu Del
Vino, que será número uno de ventas en España, Alemania, Suiza y México
con temas como Nuestros Nombres, La Herida o La Sirena
Varada. Las giras extenuantes y los excesos de alcohol y drogas les
lleva a recluirse en el Pirineo
aragonés para preparar su nuevo disco y discutir su futuro, y de este proceso
surge en 1995 Avalancha
en el que tratan temas más sociales con canciones como Iberia
Sumergida o La Chispa Adecuada,
pero el líder estaba decidido a iniciar su carrera en solitario disolviendo el
grupo un año después.
La
letra es controvertida ya que un@s lo interpretan como el grito por el cambio
de una vida que parece no tener objetivo, mientras otr@s declaran que es la
reflexión del subidón tras una dosis de droga.
La
música arranca con el guitarreo que la hace reconocible en cualquier lugar que
da paso al resto de la banda y a la particular manera de cantar del solista con
su reverberación al entonar.
©
Enrique Bunbury y
EMI.
Letra original |
He oído que la noche es toda magia y que el duende te invita a soñar Y sé que últimamente apenas he parado y tengo la impresión de divagar Amanece tan pronto y yo estoy tan solo y no me arrepiento de lo de ayer Si las estrellas te iluminan Oh y te sirven de guía te sientes tan fuerte que piensas que nadie te puede tocar Las distancias se hacen cortas pasan rápidas las horas y este cuarto no para de menguar Y tantas cosas por decir tanta charla por aquí si fuera posible escapar de este lugar Amanece tan pronto y yo estoy tan solo que no arrepiento de lo de lo de ayer Si las estrellas te iluminan Oh y te sirven de guía te sientes tan fuerte que piensas que nadie te puede tocar Amanece tan pronto y yo estoy tan solo que no me arrepiento de lo de ayer Si las estrellas te iluminan Oh y te sirven de guía te sientes tan fuerte que piensas que nadie te puede tocar Oooooooh, ooooooh Amanece tan pronto y yo estoy tan solo que no me arrepiento de lo de ayer Si las estrellas te iluminan Oh y te sirven de guía te sientes tan fuerte que piensas que nadie te puede tocar |
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