María
nos informa que el mejor cantautor español de todos los tiempos, afirmación que
sólo me atrevo a pronunciar porque es algo tan evidente que nadie cuerd@ puede
refutarla, ha declarado que el próximo año iniciará su gira de despedida tras
cincuenta y cuatro años en los escenarios. La importancia de su carrera como
cantante sólo puede verse eclipsada por su obra como compositor de canciones
que son y serán la sintonía de nuestras vidas, desde las alegrías a las penas,
desde el triunfo a la derrota, desde el nacimiento a la muerte, porque de todo
a compuesto y dejado una canción memorable. Dentro de cien años cuando se
escuche música en español, él seguirá siendo un referente por perlas tan inmensas
como la que Ella hoy nos regala.
Joan Manuel Serrat (al
que hemos tenido en estas entradas) nace en 1943 en Barcelona y fue un estudiante modelo que con becas
se licenció en 1965 como perito agrícola. Pero ya en esas épocas la música y la
poesía habían hecho presa en él y, tras aparecer en un programa de radio, es rápidamente
fichado por una discográfica. Será uno de los fundadores de la Nova Cançó catalana,
siendo sus primeros discos en esta bella lengua española como Ara Que
Tinc Vint Anys su primer LP en 1967 o un año después Com Ho Fa El Vent
donde encontramos la bellísima Paraules d'amor.
Su primer LP en castellano, La Paloma, lo
edita dos años más tarde, pero su salto a la fama lo consigue con la valentía de
adaptar musicalmente los poemas de poetas marginados por republicanos como con Dedicado a
Antonio Machado, Poeta donde hallamos Cantares
y Miguel Hernández
en Miguel Hernández
donde encontramos esas maravillosas Nanas
De La Cebolla, Para La Libertad, Elegía.
En 1970 en su disco Mi Niñez
encontramos Fiesta que tendrá gran éxito
y el disco en catalán Serrat/4 donde
hallamos la hermosísima 20 De Març. Un
año más tarde compone el que es, según nuestra opinión, el mejor disco en español
de la historia como es Mediterráneo
que le convierte en ídolo en todos los países de habla hispana y con el que
iniciará una gira por todo el mundo merced a temas tan increíbles como Mediterráneo,
La Mujer Que Yo Quiero, Lucía o
esta Aquellas
Pequeñas Cosas. En 1974 compone Para Vivir,
un disco dedicado a la maternidad y los niños donde está destaca la bellísima De Parto. Al año siguiente con Para Piel De Manzana
sufre la ocultación de los medios por sus declaraciones contra del Régimen
y temas reivindicativos como Caminito De
La Obra (… Historia Por Rumba). En 1981 vuelve a las listas de éxitos con En Tránsito,
donde hallamos la sensacional A Quien
Corresponda, y sobretodo dos años más tarde con ese soplo de aire fresco e ilusión
que es Cada Loco
Con Su Tema. En 1985 continúa musicalizando poemas en El Sur También Existe
dedicado a Mario Benedetti,
siguiendo editando LPs en catalán como Fa
Vint Anys Que Tinc Vint Anys (1984) donde hallamos la irónica Carta Postuma A Helena Francis y Materia Sensible
(1989) en el que destaca La Lluna y su
oda a su ciudad Barcelona I Jo. Los noventa
arrancan con lo que ha sido desde entonces su carrera en la que crea obras de menor
éxito como Sombras De
La China, Nadie Es
Perfecto donde encontramos la notable Bendita Música o Hijo De La Luz
Y De La Sombra donde busca nuevos sonidos y poemas, sin la búsqueda desaforada
del éxito mediático si no el personal, mientras realiza giras con su amigo Joaquín Sabina (al que
hemos tenido en estas entradas) llenando aforos con fans de toda edad y condición.
La
letra es una reflexión de cómo los recuerdos componen un mosaico de los mejores
y de los peores momentos, y como son tiempos pasados que te asaltan en el
presente con risas y lágrimas.
Enlace vídeo Aquellas Pequeñas Cosas
La
música arranca con unas notas leves de guitarra que son secundadas por la
sección de cuerda, que preceden a la voz cantarina y de cierta reverberación
del cantante que con el bajo poderoso llenan de emoción esta maravilla de
brevedad infinita.
©
Joan Manuel Serrat
y Zafiro.
Letra original |
Uno se cree que las mató el tiempo y la ausencia. Pero su tren vendió boleto de ida y vuelta. Son aquellas pequeñas cosas, que nos dejó un tiempo de rosas en un rincón, en un papel o en un cajón. Como un ladrón te acechan detrás de la puerta. Te tienen tan a su merced como hojas muertas que el viento arrastra allá o aquí, que te sonríen tristes y nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve. |
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