“Hoy
Día del Padre quería
hacer especial mención a esos padres babyboomers educados por lo general en
modelos poco involucrados en la intendencia del hogar y el cuidado de la prole.
Aunque para el 2020 muchos llegaron escarmentados, muchos han estado más tiempo
en casa por el teletrabajo o por la reducida vida social y han asumido toda la
responsabilidad de la casa si la madre estaba confinada en su habitación. Quizá
por ello veo a muchos padrazos que han renovado la ilusión por sacar adelante a
sus burbujitas de la misma manera que Antonio
Flores renovó su ilusión por vivir a raíz del nacimiento de su hija Alba”.
María Carricas
Antonio
Flores (al que hemos tenido en estas entradas) nace en Madrid en 1961. Siendo hijo del guitarrista El Pescaílla y de la
cantante Lola Flores no
es de extrañar que muy pronto destacase en la música. Aunque nunca renegó del flamenco que mamó en casa,
sus gustos se orientaron más hacia el rock y el blues. En 1980 publica su primer
disco, Antonio, donde está incluida la
brutal No Dudaría que escalará
rápidamente a lo más alto de las listas. Un año más tarde graba Al Caer El Sol del que compone casi
todas las canciones aunque es su versión roquera de Pongamos Que Hablo de Madrid de Joaquín Sabina
(al que hemos tenido en estas entradas) la que más fama le dará. Tras estar unos años volcado en
su carrera como actor, en 1989 lanza el LP Gran
Vía que no tiene demasiado éxito. Compondrá para otros artistas y en 1994
vuelve con el gran disco Cosas Mías
en el que se encuentran clásicos como Siete
Vidas, Cuerpo de Mujer o esta Alba
y que será del agrado del público al ser uno de los pioneros de la fusión entre
el flamenco y el pop. Un año después muere su madre
que era su gran apoyo y quien había luchado denodadamente para desengancharle
de la droga, y quince días después muere de sobredosis con tan solo 33 años.
La
música arranca con un guitarreo de guitarra española, al que se unen el bajo y
la percusión que presentan la voz aflamencada y clara del vocalista que es
apoyado por el saxo y los coros en los estribillos.
©
Antonio
Flores y Sony.
Letra original |
No sé por qué tu llegada al mundo fue así te costó salir No sé por qué me sentí el hombre más feliz ya estabas aquí Pude entender que eras un pedazo de mi ser tan igual a mí El sol te doró la piel para que morena fueras Y a una palmada se oyó el canto de una sirena No sé por qué dos estrellas bajaron para rizar tu pelo -olé y olé No sé por qué dos cometas se convirtieron en tus ojos negros Tan bonita, tan morena tan gitana como era... La flor que siempre quise en mi jardín La flor que siempre quise en mi jardín No sé por qué tu llegada al mundo fue así te costó salir No sé por qué me sentí el hombre más feliz ya estabas aquí Tan bonita, tan morena tan gitana como era... La flor que siempre quise en mi jardín La flor que siempre quise en mi jardín |
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