Hoy
es Miércoles
de Ceniza, la festividad que nos recuerda que tras el triunfo de la “carne”
del Carnaval viene el
ayuno y la contención de la Cuaresma.
La ceniza siempre ha tenido un gran componente simbólico en muchas religiones,
ya que representa que la desaparición del cuerpo es el fin último de la vida,
ya se haya sido rey o su lacayo. También se usa para demostrar el duelo cuando
la muerte entra en una familia y la expiación del pecado. Mas ya sabéis que
aquí nos agarramos a un clavo ardiendo y a todo le buscamos algo positivo, y la
ceniza es también de donde resurge el pájaro Fénix cuando parece que ha
sido destruido, tal y como nos dice esta canción.
Malú (a la hemos tenido en estas entradas)
vino al mundo en Madrid en 1982 con el nombre de María Lucía Sánchez Benítez dentro
de una familia en la que supieron apreciar y potenciar su prodigiosa voz al
contar como padre al cantaor Pepe de Lucía y como
tío el guitarrista Paco
de Lucía (al que hemos tenido en estas entradas) como sus maestros. Con tan sólo quince años un productor la
escuchó cantar en una fiesta familiar y le propuso grabar un disco, en ese
momento sus familiares y amigos se ponen manos a la obra en apenas unas semanas
se encuentra con composiciones de “desconocidos” como Alejandro Sanz (al que
hemos tenido en estas entradas) y Pedro
Guerra (al que hemos tenido en estas entradas). El sencillo de lanzamiento será Aprendiz
que se convierte en todo un bombazo en España primero y posteriormente en el
resto de países hispanos vendiendo más de 700.000 copias. Posteriormente su
carrera ha continuado con gran éxito y presencia en listas, destacando singularmente
en la década pasada donde discos como Guerra Fría
en 2.010, Sí
en 2013 o Caos en 2015,
donde hallamos esta tremenda Cenizas,
han sido números uno de ventas.
La
letra nos habla de la tristeza por el amor perdido y el firme propósito de
rehacer una vida. Y si entonces el destino vuelve a juntar sus caminos, ya se
verá si se vuelve a intentar.
La
música arranca con un piano junto a la sección de cuerda que precede a la voz
poderosa de la vocalista. Más tarde entran la percusión, los teclados, el bajo
y la guitarra que van embocando hacia los estribillos donde explota su voz como
un huracán con el respaldo de los coros.
©
Alma Maria Rodriguez Sanchez, Jorge Fernandez Ojea y Sony Music.
Letra original |
Se nos escapó, el cielo entre las manos y como la emoción, del último verano Se desdibujó, el mapa de tus labios la historia de este amor, ya es árbol quemado Ya no hay salvación ni oxígeno para este cielo Pero sé muy bien que sola también puedo Por más que lo intento no encuentro tus pasos, en esta dirección Te siento y te pierdo, me duele este infierno saber que terminó Que tengo el corazón hecho cenizas creímos que la llama era infinita Pudo ser de los dos, pudo ser pero no nos cansamos del dolor Que quiero que te vaya bien la vida yo sigo mi camino si algún día el destino hace de las suyas también prometo hablar con él Yo te escribo ya lo sabes, vivo del pasado pero aquí me ves, parada en este charco Y no me digas que pasión no llevo adentro yo que tu cuerpo lo he estudiado la historia de este amor, ya es árbol quemado Por más que lo intento no encuentro tus pasos, en esta dirección Te siento y te pierdo, me duele este infierno saber que terminó Que tengo el corazón hecho cenizas creímos que la llama era infinita Pudo ser de los dos, pudo ser pero no nos cansamos del dolor Que quiero que te vaya bien la vida yo sigo mi camino si algún día el destino hace de las suyas Que tengo el corazón hecho cenizas creímos que la llama era infinita Pudo ser de los dos, pudo ser pero no nos cansamos del dolor Que quiero que te vaya bien la vida yo sigo mi camino si algún día el destino hace de las suyas también prometo hablar con él |
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