Si
las puyas entre amigos o enemigos son tremendas, cuando los que las lanzan son
genios de la literatura estas alcanzan el nivel de obra maestra, ya que nadie
es más creativo que cuando la mala uva anda de por medio. Sin duda Góngora no habría
sido un desconocido, pero como blanco de las injurias de Quevedo nunca
será olvidado al ser víctima de poesías
terribles pero de una calidad enorme. Pero también están las que provienen
de quien te admira y que es capaz de darle la vuelta a una de tus canciones más
famosas y, al tiempo que la homenajea, poner en voz femenina lo que en ella se
contaba y que no era toda la verdad.
Travis Birds nace en Madrid en 1990 y desde pequeña tuvo
claro que la música y la literatura eran su pasión aunque en el colegio las
pasara canutas con las notas. Estudia diseño mientras empieza a actuar en
varias salas para amateurs y decide cambierse el nombre con el que nació por el
que sentía en su corazón, Travis. Publica su primer disco, Año X, en 2017 que pasa totalmente desapercibido, por lo que decide
marcharse de voluntaria de una ONG a Ecuador. Edita un sencillo, Coyotes, que será elegida como sintonía
de la serie de TV El
Embarcadero, y que le da el empujón de reconocimiento que precisaba. Es
elegida por Benajamín Prado para
interpretar su revisión del célebre 19 Días y 500 Noches de Joaquín Sabina (al que hemos tenido
en estas entradas) dentro del disco tributo Ni Tan Joven Ni Tan Viejo. Se
espera que en el 2020 lance su disco La Costa De Los Mosquitos
La
letra nos da la otra versión de quien vivió esa relación con la ilusión primera
del amor para ver después que su amado era un desastre con patas y sólo
enamorado de sí mismo. Por ello le dio puerta, se arrimó a uno del PP que sí que
supo ver todo lo que ella valía, y si siente nostalgia de vez en cuando por lo
que pudo ser, sabe tomó la decisión acertada.
La
canción arranca con un recitado del poeta para que la guitarra española nos dé
las notas suficientes para darle soporte a él y la voz rasgada y socarrona de
la cantante que es apoyada por la percusión, el triple, los coros.
Letra original |
(Benajamín Prado ) Todo da una de cal y una de cal y otra de arena Todas las caras tienen su cara y su cruz Todos somos un pájaro que vuela, a la vez hacia el norte y hacia el sur Todo lo que se vuelve a contar ya es otra historia Todo lo que se rompe inventa a su enemigo Y la misma canción, al cambiar de persona, no dice lo de siempre cuando dice lo mismo. (Travis Birds ) Lo nuestro duró lo que duran dos peces de hielo en un güisqui on the rocks Lo sé por qué fuí la infeliz que mordía su anzuelo mientras le creí. De pronto me vi como el busto de un rey destronao pisoteado en el suelo Yo era la sota de las barajas y la planta baja de los rascacielos. Y es que tenían razón sus amantes, con él hay un antes pero un después no. Conmigo fue así dijo que era su media naranja y se puso a exprimir. Ya luego empezó a dar vueltas igual que un león dentro de una jaula que rugía mirando a la luna, mujer solo hay una y esa es mi María. Luego se fue bajó a por tabaco y volvió a los tres meses vino haciendo eses y hecho un perro flaco pidió que le abriese con dos arrumacos le quité la llave, el abono transporte, por decirlo suave, le di pasaporte y le dije "colega, tú has perdido el norte" yo he estado tan ciega que pensaba que ya me quedaba sin Alfa ni Omega si él me abandonaba. Esa canción en la que contaba la historia a su modo en la que me echaba la culpa de todo de las tropelías y las tonterías donde me compraba con bisutería mientras le servía jarros de agua fría yo le añadiría, por ponerle el broche que a mí, sin embargo, sus famosos 19 días y 500 noches se me hicieron largos. Dijo hola y adiós y el portazo sonó como un signo de interrogación. En vez de sufrir me lie con uno del PP y socio del Real Madrid que canta hip hop juega al pádel, al tenis y al golf y es antitaurino ha montado su propio bufete, yo le pongo un siete, él me ve y hace el pino. Sabina huyó se fue dando salto igual que un conejo pero como artista ha llegado muy lejos Ve a Dios retratado al mirarse al espejo Yo le vi en las Ventas cantar nuestra historia y como el caballo atado a una noria que va como un rayo tras la zanahoria mi voz le seguía y al bailar que soñar con los pies volví a ser la de ayer cuando le quería. Esa canción en la que contaba la historia a su modo en la que me echaba la culpa de todo de las tropelías y las tonterías donde me compraba con bisutería mientras le servía jarros de agua fría yo le añadiría, por ponerle el broche que a mí, sin embargo, sus famosos 19 días y 500 noches se me hicieron largos. Luego se fue bajó a por tabaco y volvió a los tres meses vino haciendo eses y hecho un perro flaco pidió que le abriese con dos arrumacos le quité la llave, el abono transporte, por decirlo suave, le di pasaporte y le dije "colega, tú has perdido el norte" yo he estado tan ciega que pensaba que ya me quedaba sin Alfa ni Omega si él me abandonaba. |
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