Por
si no os habéis dado cuenta, esta semana la hemos dedicado a canciones de los
años cincuenta sin necesidad de recurrir al pop o al rock que inundarán las
décadas posteriores, y para que seamos todos conscientes de las diversas
corrientes musicales que coexistieron en esos mediados de un siglo tan
prolífico y tan vivo del que seguimos bebiendo hoy en día. Todas ellas hoy nos
pueden parecer clásicos, pero en su momento fueron apuestas arriesgadas para
sus intérpretes bien por la temática, bien por el estilo, bien por cantar en
leguas extrañas para sus fans, que nos demuestran lo valientes que eran y cómo
la innovación era constante porque a ell@s les daba menos miedo fracasar que no
intentarlo.
Nat King Cole (al que
hemos tenido en estas entradas) nace en Alabama en 1919, pero tiene la fortuna de abandonar el
racista Sur para trasladarse a la más abierta Chicago. En su infancia el jazz estaba en su apogeo al
abandonar la marginalidad de los barrios negros y convertirse en una música
enormemente popular. Con tan sólo diecisiete años ya funda su primera banda en
la que destaca como pianista y le hará enormemente popular en la ciudad del
viento. La fama le anima a marcharse a Los Ángeles donde su faceta como
cantante se agranda y esto hace que fiche con Capitol Records. En 1950 esta
versión de la oscarizada Mona Lisa
será un éxito tal que le proporciona la oportunidad de ser el primer artista
negro con programa propio de radio y otro de televisión en la NBC s (os recuerdo
que son los años cuarenta y el segregacionismo
racial seguía imperando en buena parte de los EE.UU.). De esta época
destacaremos canciones como Too Young, Unforgettable, Smile, When I Fall In Love. En 1958 se traslada a La Habana donde versionará
clásicos en español como esta Quizás, Quizás, Quizás y en la gira posterior se
enamorará de ese vals venezolano llamado Ansiedad.
Cuatro años más tarde se juntó al célebre pianista de jazz George Shearing con el
que consigue varios éxitos como Ramblin' Rose o Lost April. En 1965, y con tan sólo 45
años, fallece de cáncer de pulmón.
La
letra nos habla de la inquietud del intérprete ante la falta de compromiso de
su amante que prefiere darle largas a decidirse a declarar su amor .
La
música arranca con unas notas de la sección de cuerda, el contrabajo y la
percusión que dan paso a la voz de perfecta dicción y modulación que recita con
voz de terciopelo mientras la orquesta la acompaña con melancolía con el
pizzicato de los violines, la sordina de las trompetas, el piano.
© Osvaldo Farrés y
Capitol Records.
Letra Original:
|
Siempre
que te pregunto
que cuándo, cómo y dónde tú siempre me respondes quizás, quizás, quizás
Y
así pasan los días
y yo desesperado y tú, tú, contestando quizás, quizás, quizás
Estás
perdiendo el tiempo
pensando, pensando Por lo que más tú quieras ¿hasta cuándo, hasta cuándo?
Y así pasan los días
y yo desesperado y tú, tú, contestando quizás, quizás, quizás
Y así pasan los días
y yo desesperado y tú, tú, contestando quizás, quizás, quizás
Estás perdiendo el tiempo
pensando, pensando Por lo que más tú quieras ¿hasta cuándo, hasta cuándo?
Y así pasan los días
y yo desesperado y tú, tú, contestando quizás, quizás, quizás
quizás,
quizás, quizás
quizás, quizás, quizás |
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