“Por
estas latitudes mañana llegaremos el 40 mayo con posible prórroga para el
destierro de la bota y el abrigo resumiendo nuestra estación veraniega a… ¿un
mes? Resulta increíble como en otros lares al otro lado del charco pasa a la
inversa ya que prácticamente todo el año ven el sol y su calzado son las
chancletas. Tengo el convencimiento de que el sol forja su carácter dulce,
alegre y pícaro y por ello la música que nos traslada a paisajes con arena y
sol tiene inconfundible sabor latino. Un ejemplo de ello es Rubén Blades que nos
cuenta a ritmo de bongo y con tanta gracia la historia sobre el destino fatal
al que le abocó el crimen a Pedro Navaja resultando
el principal perjudicado el mismo y el beneficiado un advenedizo borrachin que
pasaba por ahí”.
María Carricas
Rubén Blades nace
en Panamá en 1948 dentro de una familia de músicos. Su primer disco De Nueva
York a Panamá de 1970 no tendrá demasiado éxito y, tras licenciarse en
derecho y tener problemas por su activismo político, se marcha a Miami donde
entra en contacto con grandes de la música latina como Ray Barreto. Tras
formar parte del grupo Fania All Stars, en
1977 se une a Willie Colón y
publica el disco Metiendo Mano! que se
considera el inicio de la llamada salsa intelectual con temas como Pablo Pueblo
en los que reivindican los derechos de la población hispana norteamericana y de
paso buscan dignificar las músicas caribeñas. Un año más tarde Siembra será
una demostración de la capacidad lírica del autor como lo demuestra esta sensacional
Pedro Navaja. En
1980 edita un álbum doble, Maestra Vida, en la
que nos narra las vivencias de una familia hispanoamericana como si fuera una
radionovela con interludios musicales, y que será un éxito de crítica. Un año
más tarde Canciones Del Solar
De Los Aburridos generará gran polémica por la crítica a la política
estadounidense sobre todo con el tema Tiburón. Tras el fracaso en 1982 de The Last Fight rompe
su relación con Willie Colón,
aunque tendrá que sacar cuatro discos por motivos contractuales en los
siguientes años y con nula repercusión. Funda la banda Los Seis Del Solar que
en 1984 lanza Buscando América que es una simplificación del sonido al
renunciar a la sección de viento y que fue muy bien recibido merced a canciones
como Decisiones y Desapariciones. Un año más tarde llega Escenas
donde está Sorpresas, la segunda parte de la entrada de hoy, y después Agua
de Luna donde versiona textos de Gabriel García
Márquez. Tras el fracaso de su disco de pop rock en inglés Nothing But
The Truth se centrará en su carrera como actor, aunque seguirá editando
discos como la injustamente fracasada obra de teatro musical que realizó con Paul Simon (del
que ya hemos hablado en estas entradas)
titulada The Capeman en
1997, y en su carrera política siendo nombrado ministro de Turismo de Panamá de
2004 a 2009.
La
letra es la narración del encuentro del delincuente Pedro Navaja y de la
prostituta Josefina Wilson donde el primero busca asesinarla tras abandonarle,
pero al final ambos se dan muerte, y el que se beneficia es un borracho que los
saquea cuando están en el suelo, demostrando que la vida da sorpresas cuando
menos te lo esperas.
La
música no sigue los fundamentos de la salsa, si no que la sección de viento y
la percusión se encargan de dar fuerza dramática a los hechos que narra la
canción con el fraseo zumbón del cantante, que es apoyado por los coros en los
estribillos y el final.
Letra
Original:
|
Por
la esquina del viejo barrio lo vi pasar
con
el tumbao' que tienen los guapos al caminar,
las
manos siempre en los bolsillos de su gabán
pa'
que no sepan en cuál de ellas lleva el puñal.
Usa
un sombrero de ala ancha de medio lao'
y
zapatillas por si hay problemas salir volao',
lentes
oscuros pa' que no sepan qué está mirando
y un
diente de oro que cuando ríe se ve brillando.
Como
a tres cuadras de aquella esquina una mujer
va
recorriendo la acera entera por quinta vez,
y en
un zaguán entra y se da un trago para olvidar
que
el día está flojo y no hay clientes pa' trabajar.
Un
carro pasa muy despacito por la avenida
no
tiene marcas pero toos' saben ques' policía uhm.
Pedro
Navaja las manos siempre dentro 'el gabán,
mira
y sonríe y el diente de oro vuelve a brillar.
Mientras
camina pasa la vista de esquina a esquina,
no
se ve un alma está desierta toa' la avenida,
cuando
de pronto esa mujer sale del zaguán,
y
Pedro Navaja aprieta un puño dentro 'el gabán.
Mira
pa' un lado mira pal' otro y no ve a nadie,
y a
la carrera pero sin ruido cruza la calle,
y
mientras tanto en la otra acera va esa mujer,
refunfuñando
pues no hizo pesos con qué comer.
Mientras
camina del viejo abrigo saca un revolver, esa mujer,
iba
a guardarlo en su cartera pa' que no estorbe,
un
treinta y ocho esmithanhueson del especial
que
carga encima pa' que la libre de todo mal.
Y
Pedro Navaja puñal en mano le fue pa' encima,
el
diente de oro iba alumbrando toa' la avenida, ¡se le hizo fácil!,
mientras
reía el puñal le hundía sin compasión,
cuando
de pronto sonó un disparo como un cañón,
y
Pedro Navaja cayó en la acera mientras veía, a esa mujer,
que
revolver en mano y de muerte herida ahí le decía:
"Yo
que pensaba 'hoy no es mi día estoy salá',
pero
Pedro Navaja tu estas peor, no estás en na' "
Y
créanme gente que aunque hubo ruido nadie salió,
no
hubo curiosos, no hubo preguntas nadie lloró,
Sólo
un borracho con los dos cuerpos se tropezó,
Cogió
el revolver, el puñal, los pesos y se marchó,
Y
tropezando se fue cantando desafinao'
El
coro que aquí les traje y da el mensaje de mi canción.
"La
vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida" ay Dios...
Pedró
Navaja matón de esquina
quien
a hierro mata, a hierro termina
La
vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios.
Maleante pescador, el anzuelo que tiraste, en vez de una sardina un tiburón enganchaste. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios. ocho millones de historias tiene la ciudad de Nueva York.
La
vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios.
Como decía mi abuelita: el que ríe último se ríe mejor.
La
vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios.
Cuando lo manda el destino no lo cambia ni el más bravo, si naciste pa' martillo del cielo te caen los clavos. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios. |
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