martes, 26 de diciembre de 2017

Rozalén - La Puerta Violeta (letra en español)

Quien tiene el poder siempre ha terminado usándolo contra quien era más débil, y durante mucho tiempo la fuerza física ha sido el poder supremo. El tiempo ha ido consiguiendo que las sociedades sean más justas, con legislaciones cada vez más igualitarias, y con una concienciación mayoritaria de que la violencia no es admisible. Sin embargo queda un poso terrible de maldad dirigido contra la parte más vulnerable de nuestra ciudadanía como son las personas mayores, l@s niñ@s y en especial las mujeres. Y la causa es muy sencilla tenemos semejantes que cuando su voluntad no es satisfecha, entienden que la pueden imponer con la coacción verbal y/o física, destruyendo con palabras y golpes al blanco de su ira hasta que se someta. Durante un instante nos puede consolar el hecho de que estamos mejor que hace cuarenta años, y que ahora la sociedad protege a quien denuncia y no la denigra como antes, que ahora la víctima tiene una especial protección, que la persona violenta ya sólo es defendida por los más allegados y no justificada por el resto como antes, pero eso no nos puede engañar, queda mucho camino por recorrer y tod@s debemos ir dando pasos hasta que nadie más tenga que vivir con miedo. Pi nos regala esta canción en el año en el que la lucha contra la agresión sexual, personificado en el movimiento #MeToo, se ha reconocido como “person of the year” por la revista Time.

Rozalén (a la que hemos tenido en estas entradas) nace en Albacete en 1986 y ya con siete estaba cantando en la rondalla de su barrio. Desde los catorce empieza a componer y dos años después tendrá su primer contacto con los concursos de cantantes amateur, a los que desde entonces acudirá en numerosas ocasiones con un sensible éxito al ganar varios de ellos. Sus letras tendrán un gran componente social y siempre ha estado dispuesta a participar en actos de reivindicación en los que actuar. Estudia Psicología y se especializa en musicoterapia, pero decide irse a Madrid a recorrer la ruta de los cantautores para darse a conocer. Ficha con Sony y en 2013 lanza Con Derecho A… que conseguirá unas ventas sorprendentes (más de 20.000 copias) merced a temas como 80 Golpes y Comiéndote A Besos, y que le abrió las puertas a actuaciones por toda España y después en Argentina y Uruguay. Dos años después edita Quién Me Ha Visto… que tendrá una acogida aún mejor que la anterior siendo número uno en ventas con Ahora como sencillo de lanzamiento. En 2017 ha publicado Cuando El Río Suena… en el que esta La Puerta Violeta es su sencillo de lanzamiento.

La letra nos narra cómo hay niñas/mujeres que viven en un mundo donde su hogar es la guarida del monstruo, pero un día deciden dibujar una puerta violeta y por ella escapar a un mundo donde poder cumplir sus sueños de paz y poder ser lo que se desee.



La música arranca con un ritmo de guitarra y percusión que da paso a la voz cantarina de la cantante que será apoyada por una segunda voz femenina. En el estribillo entran el bajo y la guitarra eléctrica.

Página oficial

© Rozalén y Sony.

Letra Original:
Una niña triste en el espejo me mira prudente y no quiere hablar
hay un monstruo gris en la cocina
que lo rompe todo
que no para de gritar.

Tengo una mano en el cuello
que con sutileza me impide respirar
una venda me tapa los ojos
puedo oler el miedo y se acerca.

Tengo un nudo en las cuerdas que ensucia mi voz al cantar
tengo una culpa que me aprieta
se posa en mis hombros y me cuesta andar.

Pero dibujé una puerta violeta en la pared
y al entrar me liberé
como se despliega la vela de un barco.
Desperté en un prado verde muy lejos de aquí
corrí, grité, reí
sé lo que no quiero
ahora estoy a salvo.

Una flor que se marchita
un árbol que no crece porque no es su lugar
un castigo que se me impone
un verso que me tacha y me anula.
Tengo todo el cuerpo encadenado
las manos agrietadas
mil arrugas en la piel
las fantasmas hablan en la nuca
se reabre la herida y me sangra.
Hay un jilguero en mi garganta que vuela con fuerza
tengo la necesidad de girar la llave y no mirar atrás.

Así que dibujé una puerta violeta en la pared
y al entrar me liberé
como se despliega la vela de un barco.
Aparecí en un prado verde muy lejos de aquí
corrí, grité, reí
sé lo que no quiero
ahora estoy a salvo.


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