Una
año más termina hoy, trescientos sesenta y cinco días de alegrías y penas, de
esperanzas y desengaños, de bonanzas y miserias, de razones y locuras, de
amores y odios, en los que la historia con mayúscula posiblemente esté yendo a
mejores horizontes que los años pasados, pero que sigue teniendo a muchos de
nuestr@s herman@s pasando las de Caín por temas tan terribles como la guerra,
el hambre y la persecución, y que a otr@s les tiene el corazón encogido por las
necesidades económicas, por el miedo ante futuro incierto o tan sólo por la
falta de afecto de quienes les rodean. Sabéis que aquí nos agarramos a un rayo
de sol que se escapa de un cielo tormentoso para proclamar la Primavera y ver
todo de color de rosa, por lo que os pedimos a tod@s l@s que nos seguís que le
deis una oportunidad a este 2018 por nacer, que os permitáis la locura de
querer hacer realidad vuestros sueños, que entendáis que el primer paso para
encontrar el amor es quererse un@ mism@, que ser libre siempre supone un riesgo
pero es la única forma de poder ser quien puedas respetar, que utilizar la
palabra no a veces es más necesario para ser libre que decir sí. Y desde este
blog nos comprometemos a seguir publicando canciones para cuando estéis
eufóric@s y necesitéis gritar, temas con los que poder verter esas lágrimas que
limpian el alma, composiciones que te den el valor para creer que amar es la
solución, ¿nos acompañaréis un año más?
Cuando
el synthpop estaba
empezando a pegar fuerte en toda Europa un cantautor llamado José María Cano
enrola a su novia, Ana
Torroja (a la que hemos tenido en estas
entradas), y a su hermano, Nacho
Cano, para crear en 1981 el grupo Mecano (a los que hemos
tenido en estas
entradas). Su primer single, Hoy
No me Puedo Levantar, relataba las juergas de fin de semana de la
juventud de entonces (para que veáis que el botellón ha existido toda la vida)
pero la temática, y la poca confianza de la compañía, hace que en un principio
sea un fracaso. Mas envían cien sencillos, pagados de su bolsillo, a todas las
emisoras de radio que las empiezan a emitir y se convierte en el bombazo del
verano. Tras el éxito de su siguiente sencillo, Perdido
En Mi Habitación, por fin lanzan su primer LP, Mecano,
que venderá un millón de copias tan sólo en España, conteniendo otras grandes
canciones como Me Colé En Una
Fiesta o Maquillaje.
Con su siguiente LP, ¿Dónde
Está El País De Las Hadas? (1983), bajan sus ventas a tan “sólo
800.000” discos pero contará con una de sus grandes canciones como es Barco A Venus. Un
año más tarde llega el tercero de sus trabajos, Ya
Viene El Sol, que será un relativo fracaso por el cambio de estilo y el
recelo de CBS, y aún así en él encontramos la bellísima Aire
o la celebérrima Hawaii-Bombay. Entre El Cielo Y
El Suelo de 1986 será un exitazo con temas míticos como Me
Cuesta Tanto Olvidarte, Cruz De Navajas, Hijo De La Luna o No Es Serio
Este Cementerio donde los temas más alegres de Nacho Cano pierden peso
frente a los más intimistas de José María Cano.
Dos años más tarde se produce el cénit con su disco Descanso
Dominical donde encontramos la hilarante No
Hay Marcha En Nueva York, la estremecedora Mujer Contra
Mujer (cuya versión en francés Une Femme Avec Une
Feme es la canción de una banda extranjera que más tiempo ha sido
número uno en Francia con ocho semanas), La
Fuerza Del Destino, y esta icónica Un
Año Más, que vende más de tres millones de copias en todo el mundo. Tras
una gira mundial agotadora deciden tomarse un año sabático, tras el que en 1991
se meten en el estudio para dar forma a su sexto disco Aidalai el cual
contará con temas como El Fallo Positivo,
Una Rosa Es Una
Rosa o El 7 De Septiembre.
Tras estar dos años de gira declaran que van a hacer un descanso de tres años para
profundizar en sus carreras personales, y tras seis vuelven con el
recopilatorio con seis canciones nuevas Ana, José y Nacho
que será un éxito de ventas con un millón de copias, pero que demostró que los
integrantes estaban más pendientes de sus carreras que del grupo por lo que se
disuelven en 1998.
La
letra nos narra ese momento especial que son las campanadas de año nuevo frente
al reloj del Ayuntamiento de Madrid en la Puerta del Sol, y cómo
en ese momento todas las personas que ahí se juntan olvidan sus diferencias y
por un momento se hermanan en los deseos de que el año por venir sea en el que
sus sueños se hagan realidad.
La
música arranca con un ritmo de la batería electrónica dan la entrada a la
solista con su voz aguda y clara, que precede a los sintetizadores que aceleran
la melodía. Después entran el bajo, la guitarra y los coros en los estribillos.
Página Oficial.
© Nacho Cano y BMG Ariola
Records
Letra
Original:
|
En la Puerta del Sol
como el año que fue otra vez el champagne y las uvas y el alquitrán, de alfombra están. Los petardos que borran sonidos de ayer y acaloran el ánimo para aceptar que ya, pasó uno más.
Y en el reloj de antaño
como de año en año cinco minutos más para la cuenta atrás. hacemos el balance de lo bueno y malo cinco minutos antes de la cuenta atrás.
Marineros, soldados, solteros,
casados,
amantes, andantes y alguno que otro cura despistao. entre gritos y pitos los españolitos enormes, bajitos hacemos por una vez, algo a la vez.
Y en el reloj de antaño
como de año en año cinco minutos más para la cuenta atrás. hacemos el balance de lo bueno y malo cinco minutos antes de la cuenta atrás.
Y aunque para las uvas hay algunos
nuevos
a los que ya no están le echaremos de menos y a ver si espabilamos los que estamos vivos y en el año que viene nos reímos. 1, 2, 3 y 4 y empieza otra vez que la quinta es la una y la sexta es la dos y así el siete es tres.
Y decimos adiós y pedimos a
dios
que en el año que viene, a ver si en vez de un millón pueden ser dos.
En la puerta del sol
como el año que fue otra vez el champagne y las uvas y el alquitrán, de alfombra están. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario