Conmocionada
por los atentados del viernes en París (como tenemos que estarlo todas las
personas de bien) nuestra amiga María Carricas nos pidió esta canción para que
fuera nuestra respuesta a tan despreciables actos. Y así, frente a otros temas
sobre la venganza o el dolor, ella ha elegido el de la redención de quien ha
cometido un daño y es consciente de ello, exponiendo sus crímenes y aceptando
la pena de no volver a reír hasta que lo merezca, dando el primer paso que es
la renuncia a la violencia. Ojalá (que por si no lo sabéis es la
castellanización de la frase law sha'a Allah que significa “sí Alá quisiera”)
los malvados abran sus corazones y recapaciten porque si no su segura derrota
estará precedida por demasiada sangre.
Antonio
Flores nace en Madrid en 1961. Siendo hijo del guitarrista El Pescaílla y de la
cantante Lola Flores no
es de extrañar que muy pronto destacase en la música. Aunque nunca renegó del flamenco que mamó en casa,
sus gustos se orientaron más hacia el rock y el blues. En 1980 publica su primer
disco, Antonio, donde está incluida
esta brutal No Dudaría que escalará rápidamente a lo más alto de las listas. Un
año más tarde graba Al Caer El Sol
del que compone casi todas las canciones aunque es su versión roquera de Pongamos Que Hablo de Madrid de Joaquín Sabina (al
que hemos tenido en esta,
esta,
esta,
esta
y esta
entradas) la que más fama le dará. Tras estar unos años volcado en su carrera
como actor, en 1989 lanza el LP Gran Vía
que no tiene demasiado éxito. Compondrá para otros artistas y en 1994 vuelve con
el gran disco Cosas Mías en el que se
encuentran clásicos como Siete Vidas,
Cuerpo de Mujer o Alba y que será
del agrado del público al ser uno de los pioneros de la fusión entre el flamenco y el pop. Un año después muere su madre
que era su gran apoyo y quien había luchado denodadamente para desengancharle
de la droga, y quince días después muere de sobredosis con tan solo 33 años.
La
música es de una producción notable con un piano que arranca para ser seguido
por la sección de cuerda que da gran solemnidad a la melodía. Entra el bajo que
presenta la voz clara cantarina que se rompe en los estribillos con el apoyo de
la batería y la guitarra.
©
Antonio
Flores y Sony.
Letra Original:
|
Si
pudiera olvidar
todo aquello que fui, si pudiera borrar todo lo que yo vi, no dudaría, no dudaría en volver a reír
Si pudiera explicar
las vidas que quité, si pudiera quemar las armas que usé, no dudaría, no dudaría en volver a reír
Prometo
ver la alegría,
escarmentar de la experiencia, pero nunca, nunca más usar la violencia
Si pudiera sembrar
los campos que arrasé, si pudiera devolver la paz que quité, no dudaría, no dudaría en volver a reír
Si pudiera olvidar
aquel llanto que oí, si pudiera lograr apartarlo de mí, no dudaría, no dudaría en volver a reír
Prometo
ver la alegría,
escarmentar de la experiencia, pero nunca, nunca más usar la violencia |
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