Ya
sabéis que los lunes estamos siguiendo el guion que nos ha marcado de Diego A. Manriqué
en su libro Jinetes
En La Tormenta, obra en la que nos muestra un excelente y variado
muestrario de la música de los últimos cincuenta años. Y hoy le toca a los
creadores de la canción que le ha servido para titular la que se ha convertido
en Biblia de este blog y que os traemos para que disfrutéis de esta joya de The
Doors (a los que hemos tenido en estasentradas).
Esta
banda californiana surge de la unión de dos universitarios de UCLA que se reencuentran por
casualidad en una playa, y tras entablar conversación uno declama un poema que
acaba de terminar y el otro entona una melodía para convertirla en canción, el
primero es ese mito llamado Jim
Morrison, el segundo el genio minusvalorado de Ray Manzarek. Su unión con
uno de los mejores guitarristas de rock, Robby Krieger, y un
baterista más que notable, John
Densmore, da lugar en 1966 a la banda The Doors que será una
completa conmoción en la música del momento. Las letras del vocalista son de
una calidad muy superior a las del momento, con una gran importancia de la psicodelia, de los elementos
oníricos y de la poesía romántica
y la simbolista del siglo
XIX, mientras que la música bebe de los amplios conociemientos de los
integrantes que van de lo más clásico al flamenco. Su primer éxito es
la inmensa The End
que les consigue un contrato con Elektra Records, aunque
será Light My Fire
(cuya versión de José
Feliciano la tenéis en esta
entrada) la que les dé su primer número uno en listas. Le siguen grandes
temas como People Are
Strange, Hello, I Love You, The Unknown Soldier, Touch Me, que les consolidan como una de las
bandas punteras. Pero al mismo tiempo Morrison comienza su particular descenso
a los infiernos del alcohol y la droga a los que el resto de sus compañeros
deciden no seguirle, aunque nunca dejaron de apoyarle a pesar de su
problemática actitud. Tras grabar la genial L.A. Woman el
cantante decide tomarse un descanso en París donde fallece de una sobredosis en
1971 a los 27 años. La banda sigue en activo un par de años más con ventas
aceptables, pero en 1973 se disuelven.
La
letra nos cuenta tres ideas. La primera la tristeza de vivir en un mundo al que
se nos arroja para vivir sin lo que queremos y solos. La segunda parece
inspirada en la sangrienta historia de un asesino en serie, Billy Cook, que
se dedicaba a matar a quienes le cogían como autoestopista. Y la tercera es una
desesperada petición a las chicas para que hagan comprender a sus parejas que en
ellas y su amor está la solución para vivir para siempre (afirmación que
secundo como los Mandamientos).
La
música de Riders On
the Storm es un prodigio de habilidad técnica de Ray Manzarek que consigue
dotarla de una personalidad inconfundible. El teclista empieza con unos efectos
de tormenta y mar pregrabados, mientras marca el ritmo con una mano en su Fender Rhodes Piano Bass y
hace las variaciones con la otra en el teclado electrónico, teniendo a la
percusión como apoyo. La voz y la guitarra entran más tarde, y esta última toma
protagonismo en los interludios musicales, aunque son los teclados los reyes de
la canción.
Letra Original:
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Letra Traducida:
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Riders on the
storm
Into this house we're born Into this world we're thrown Like a dog without a bone An actor out alone Riders on the storm
There's a killer on the road
His brain is squirming like a toad Take a long holiday Let your children play If you give this man a ride Sweet family will die Killer on the road, yeah
Girl you got to love your man
Girl you got to love your man Take him by the hand Make him understand The world on you depends Our life will never end Got to love your man, yeah
Riders on the
storm
Riders on the storm Into this house we're born Into this world we're thrown Like a dog without a bone An actor out alone Riders on the storm
Riders on the storm
Riders on the storm Riders on the storm Riders on the storm |
Jinetes en la
tormenta,
a esta casa somos paridos, a este mundo somos arrojados, como un perro sin un hueso, un actor sin nadie, jinetes en la tormenta.
Hay un asesino en
la carretera,
su cerebro está retorciéndose como un sapo. Tómate unas largas vacaciones, deja que tus niños jueguen. Si le das una vuelta a este hombre, la dulce familia morirá. Un asesino en la carretera, sí.
Chica, tienes que
querer a tu hombre,
chica, tienes que querer a tu hombre, tómale de la mano, hazle comprender, que el mundo depende de ti, nuestra vida nunca terminará, tienes que querer a tu hombre, sí.
Jinetes en la
tormenta,
jinetes en la tormenta, a esta casa somos paridos, a este mundo somos arrojados, como un perro sin un hueso, un actor sin nadie, jinetes en la tormenta.
Jinetes en la
tormenta,
jinetes en la tormenta, jinetes en la tormenta, jinetes en la tormenta. |
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