Se
estima que por este planeta nuestro hemos caminado entorno a unos 100.000
millones de seres humanos y, si quitamos la cantidad de congéneres que apenas
consiguieron llegar a la edad adulta (os recuerdo que hasta el siglo pasado
sólo la mortalidad
infantil mundial era entre el 20 y el 25%), pongamos que nos dan para que
hayan existido unas 20.000 millones de parejas. Teniendo claro que eso del amor
no siempre existe y siendo pesimistas, creo que es posible decir que al menos
haya habido mil o dos mil millones de romances, entonces ¿por qué a todos nos
parece que nuestra historia pasión es única? ¿Somos ególatras o es que en
realidad el amor es como un copo de nieve, parecido a los demás pero nunca
igual? Esta canción trata de quienes así lo piensan.
Leiva y Rubén Pozo ya llevaban
unos años participando en varias bandas madrileñas, y en 1998 se juntan para
seguir haciendo versiones de clásicos de Leño y otras bandas
de rock. Curtidos en
pequeñas salas, van componiendo canciones que agrupan en su primer disco en
2001 que les permite dar conciertos en locales de más aforo y participar en
varios recopilatorios. Su segundo disco Algo Para Cantar en
2002 les va haciendo más conocidos y les prepara el camino para que en 2005 Animales les
coloque en las listas de éxitos nacionales con temas como el que hoy os
traemos. Tras unas giras espectaculares Aproximaciones en el
2007 será un disco de madurez donde dejan a un lado sus claras influencias de Tequila y demás bandas
stonianas para hacer una música muy personal. Su último trabajo Aviones en 2009
será una apuesta por lo acústico que contará con la aprobación de público y
crítica. En 2011 deciden darse un descanso y apostar por sus carreras
individuales sin cerrar las puertas a su vuelta en un futuro.
La
letra nos habla de la sensación que tiene el cantante de que cuando está con su
amante todo en su vida se convierte en luz, que con su compañía no necesita ni
agua ni viento, que a su vera siempre quiere más. Y esa felicidad y pasión que
sienten hace que comprenda que todo el resto están ciegos, lelos, celosos,
envidiosos y muertos, porque si no aman no existen.
La
música empieza con un ritmo de guitarra eléctrica a la que se unen la voz del
solista, el bajo y la batería. Todo sube de potencia en el estribillo
guitarrero a tope, en el que los teclados se les unen con los coros.
©
Leiva, Rubén Pozo y BMG.
Letra Original:
|
Se nos ha ido la
olla por completo,
y nos creíamos que estábamos cuerdos, es igual, si no lo entienden son ellos. Nosotros somos luz y ellos están ciegos. Sin darnos cuenta viajamos a un desierto, y en el trayecto lo hicimos mil veces lento, todos mirando, el vagón estaba lleno. Nosotros somos dos y ellos tienen celos. Qué mala gente, qué mala uva, qué mal ambiente, que les destruyan. Nadie lo entiende, es una locura, algo que brilla, que dura y dura. Nada se me ocurre, nada es suficiente para decir lo que tengo yo adentro. Lo nuestro es tan genial, que nadie puede decir que lo entiende porque no es así. Susurrándote un poco más lento, puedo estar años sin agua, sin luz ni viento. Es igual, si no lo entienden son lelos. Tú y yo queremos más y ellos quieren menos. Sin darnos cuenta miramos a un espejo, alguna arruga, un poquito más viejos. Pero apretando las manos y en un beso, aquí estamos, mi amor, y ellos ya están muertos. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario