De
nuevo tenemos una entrada hecha a varias manos. En esta ocasión mis chicas
quieren que conozcáis a uno de los cantautores que se encuentran bajo su
mecenazgo y al que siguen con gran cariño. Ya os comenté mi animadversión a ese
tipo de artista endiosado, ególatra y perdonavidas de los “pobres” que no
sabemos entender su arte, pues Juan Carlos Cristiano es su antítesis, es un
poeta que tan sólo quiere que escuchemos lo que él ha vivido y lo que piensa
que son las relaciones, que con su guitarra y su armónica va dejándose
pedacitos de alma en cada acorde, que con cada canción nos enseña su corazón
desnudo para que veamos cómo es él y cómo deberíamos ser los demás. Pero creo
que es mejor que nuestras expertas lo retraten mejor:
POETA TROVADOR DE SUEÑOS
Y le dieron el don de crear, de componer,
de hacer poesía. Sensibilidad a flor de piel, corazón gigante que le envuelve
el cuerpo. Su mirada siempre dulce, sus ojos mirando más allá, sus oídos
escuchando incluso sin oír, ofreciendo su sonrisa amable y siempre en él la
ilusión como el que da sus primeros pasos. Su voz, eterna melodía que regalar a
los oídos. De su guitarra, inseparable guitarra, sólo los mejores acordes. Le
dieron el don de ser grande, humilde, discreto, correcto, capaz de todo,
incapaz de nada. Rey de los puertos con caballo de acero y príncipe sobre las
tablas. Y como dice la canción... ¡¡¡Qué guapo eres Cristiano, qué guapo eres!!
La canción
nos habla de esa parte menos amable del amor que es el desengaño, la pérdida,
la cobardía. De cómo un no hace que salgas huyendo del amor para refugiarte en
un vagabundeo que suele concluir en una barra de bar o en una hoja de papel.
Pero esa mirada sigue siendo la razón de tu vivir y así lo escribes y tocas en
tu guitarra aunque no puedas volver y te digas que ya no quieres.
© Juan Carlos
Cristiano
Letra Original:
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Naufragando
por las calles de Madrid
Desertando
tras su luna de abril
Hoy
quisiera esconderme en mi guitarra
y
perderme en tu mirada
aunque
no pueda volver
Naufragando
por la calle Fuencarral
Desertando
tras la barra de un bar
Hoy quisiera esconderme en mi guitarra
y perderme en tu mirada
aunque no pueda volver
El
señor JB hizo otra de las suyas
me
hizo entonar
a
la chica de ayer, la chica
Naufragando por las calles de Madrid
Desertando tras su luna de abril
Hoy
las dudas parecen menos duras
si
me pierdo en tu mirada
y
lo escribo en un papel
Hoy quisiera esconderme en mi guitarra
y perderme en tu mirada
aunque no pueda volver
aunque no pueda volver
aunque no quiera volver
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