Hoy
os traigo otra de esas bandas que parecían destinadas a comerse el mundo, o al
menos el mercado hispano, que consiguen colar un par de números uno en listas,
y que de la noche a la mañana desaparecen de las emisoras y hay que tirar de
Google para saber que ha sido de ellas. Unas veces la causa es su separación
pero en otras es un compendio de malas decisiones de productores o artistas,
que su estilo pasa de moda, o simplemente que la conjunción planetaria que les
encumbró finaliza y lo que el público quiere es algo diferente.
La Trampa
entró con una fuerza tremenda en el panorama musical español en 1988 y con su
segundo LP (y homónimo primer single) Volver a Casa, se cuelan en el primer
puesto de los 40 Principales, convirtiéndose en la gran esperanza blanca de los
que demandábamos un grupo de Arena
Rock decente en nuestro país, donde las guitarras fueran poderosas y las
voces potentes, pero sin llegar al extremo del Heavy. Y este trío madrileño
cumplía con los cánones, estribillos pegadizos, puntéos más que correctos y
canciones que poder cantar a todo pulmón en un concierto. Y sin embargo, tras
su segundo número uno Acércate y una gira de lo más productiva, en el 92
publican su tercer trabajo que es recibido con silencio y de ahí al olvido. Y
que conste que el grupo, ya como dúo, sigue en activo y este año publica nueva
obra, pero ves su página y te das cuenta que sobrevive a base de ilusión y
conciertos en salas pequeñas, lo cual dice mucho de su voluntad.
La
letra nos habla de una separación por causas ajenas a la voluntad de la pareja,
y de cómo a él se le hace eterna la vida sin estar junto a ella. Las llamadas (entonces
no existía el Internet, Facebook o WhatsUpp, je, je) no son suficientes y él
necesita más, besos, caricias, y demás para poder ser feliz. Pero no hay mal
que cien años dure y hoy vuelve a casa. Los nervios le atenazan y la impaciencia
le come en el andén y en el tren, pero por fin ve la ciudad donde ella está, y
sabe que le esperan buenos días. Así que los que os encontréis en trance
parecido no desesperéis que siempre hay oportunidades de reencuentro si hay
voluntad y aprecio.
© Pablo
Perea y Zafiro.
Letra Original:
|
Pasan
los días y yo tan cansado en este hotel
Estoy deseando volverte a ver Una llamada no es suficiente para mi Quisiera volver a tocar tu piel
A
veces despierto y veo tu sombra en la pared
Te busco pero vuelves a desaparecer Y al día siguiente la misma rutina, la misma canción Quisiera que estuvieras en mi habitación
Quiero
volver a casa, quiero estar junto a ti
Te tengo tantas cosas que decir Quiero volver a casa, quiero estar junto a ti Sin ti no puedo ser feliz
Por
fin llega el día y yo tan excitado en el andén
Parece que tarda este maldito tren Después de mil horas, por fin diviso mi ciudad Y en mi cabeza vuelve a amanecer
Quiero
volver a casa, quiero estar junto a ti
Te tengo tantas cosas que decir Quiero volver a casa, quiero estar junto a ti Sin ti no puedo ser feliz Quiero volver a casa, quiero estar junto a ti Sin ti no puedo ser feliz |
ojala todo el mundo tenga la oportunidad de sentir esas mariposas en el estomago que preceden a un reencuentro romántico. Son impagables. (Como esta cancion <3)
ResponderEliminarUna vida sin ilusiones, sin esperanzas, sin sueños, no es nada. Y los nervios, los miedos, los malos ratos que se pasan por la persona amada son los peajes a pagar por la risa, la alegría y el cariño. Afortunados todos los que viven en ese tiovivo de emociones.
ResponderEliminarAcaba de sonar en el hilo musical de la cafetería donde estoy...2021 y suena actual 30 años después.... La cabeza me lleva de vuelta a un concierto que dieron unas fiestas del Pilar...
ResponderEliminarSaludos