Uno
de los mayores aciertos que ha tenido nunca la industria de la música son los
grandes éxitos. La idea en un principio buscaba que los artistas y grupos de
mayor éxito siguieran generando ingresos en aquellos momentos en los que
estaban de giras o sin previsión de sacar nada nuevo, así recopilaban diez o
doce canciones, metían un par de versiones, y a que los incautos fans cayéramos
en la trampa y nos lo compráramos también. Sin embargo también han servido para
popularizar a aquellos bandas y solistas a los que no adquirirías sus LP’s, pero
que sin embargo sí que te sentirías atraído por una obra en la que se reunieran
las principales canciones de toda una trayectoria. Y eso mismo le pasó a La Frontera
(a los que hemos tenido en estas entradas), que
tras cinco trabajos que tuvieron buenas críticas y con algunas canciones que
sonaron, se encuentran con que el disco Capturados Vivos, que
graban en la Expo 92, les catapulta a una fama que les consigue dos años
continuados de giras por España e Iberoamérica.
Y la
verdad es que la banda madrileña lo tenía todo para tener éxito, la voz Javier
Andréu es muy buena permitiéndole entonar baladas y canciones más potentes, los
músicos son más que competentes y contaban un directo muy recomendable, las
letras son muy variadas y con temas interesantes, y su estilo de rock sureño lo
supieron acomodar al gusto nacional. Vamos que lo único que les faltaba era el impacto
mediático que forzase a las emisoras de radio y televisión a colocar sus
canciones lo suficiente para que el público abriese las orejas a una música que
sólo les pedía una oportunidad para atraparles.
La
canción nos habla de esa emoción tan fuerte como es la amistad, y cómo cuando
todo parece perdido, cuando la desesperación te lleva al límite, ahí te puede
salvar la mano de un amigo. La música arranca a todo trapo con la batería (que
lleva el peso de buena parte de la canción), el bajo y la guitarra, a la que se
le une el teclado para dar paso a la voz.
© La Frontera y Polydor
Letra Original:
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Escucha bien, mi viejo amigo
no sé si recordarás aquellos tiempos ahora perdidos por las calles de esta ciudad Leímos juntos libros prohibidos Creímos que nada nos haría cambiar Vivimos siempre esperando una señal En el límite del bien (el límite del bien) En el límite del mal (el límite del mal) Te esperaré en el límite del bien y del mal Te esperaré en el límite del bien y del mal Es duro estar tan abatido cuando no sientes el dolor es como clavar un cuchillo en lo más hondo del corazón Escucha bien, mi viejo amigo Nunca olvidé nuestra amistad La vida es sólo un juego en el que hay que apostar si quieres ganar En el límite del bien (el límite del bien) En el límite del mal (el límite del mal) Te esperaré en el límite del bien y del mal
Te esperaré
en el límite del bien y del mal No es difícil encontrar el paraíso en la oscuridad La fortuna viene en un barco sin rumbo ni capitán Escucha bien, mi viejo amigo si algún día nos volvemos a ver sólo espero que todo sea como ayer En el límite del bien (el límite del bien) En el límite del mal (el límite del mal) Te esperaré en el límite del bien y del mal
Te esperaré
en el límite del bien y del mal |
genial canción, siempre me gusto.. pero solo la escuche recien en el nuevo siglo; no en la epoca
ResponderEliminargenial canción, siempre me gusto.. pero solo la escuche recien en el nuevo siglo; no en la epoca
ResponderEliminarEs una canción que está aguantando muy bien el paso de tiempo al tener un estilo propio.
EliminarEsperamos que nos sigas acompañando en el blog.