“Una
vez pasada la marea morada, el sentir femenino general es de esperanza al
pensar que nuestros mensajes poco a poco están calando. Otra historia es el
sentir masculino ya que muchos se ven desconcertados al no saber si unirse a la
causa, defenderse o simplemente esperar para ver por donde cursa el río. Creo
que es porque en poco tiempo se han invertido algunos conceptos, ya que lo que
antes era virilidad ahora es machismo, mientras que ahora un hombre valiente es
el que muestra sus sentimientos cuando antes por lo mismo se le consideraba
afeminado. Muchos sacan el coraje de romper los estereotipos de machito sin
sentimientos cuando pasan a ser padres al motivarles más vivir con intensidad
esa experiencia en lugar de perdérsela por guardar las apariencias. Un ejemplo
musical puede ser la canción de hoy que le cantaba con ternura Nat King Cole a su hijo,
aunque los malpensados sospecharan que, al tratarse de un corpulento señor de
raza negra, se refería claramente a las alegrías que le otorgaba su miembro
viril”.
María Carricas
Nat King Cole (al que
hemos tenido en estas entradas) nace en Alabama en 1919, pero tiene la fortuna de abandonar el
racista Sur para trasladarse a la más abierta Chicago. En su infancia el jazz estaba en su apogeo al
abandonar la marginalidad de los barrios negros y convertirse en una música
enormemente popular. Con tan sólo diecisiete años ya funda su primera banda en
la que destaca como pianista y le hará enormemente popular en la ciudad del
viento. La fama le anima a marcharse a Los Ángeles donde su faceta como cantante
se agranda y esto hace que fiche con Capitol Records. En 1950 esta versión de
la oscarizada Mona Lisa
será un éxito tal que le proporciona la oportunidad de ser el primer artista
negro con programa propio de radio y otro de televisión en la NBC s (os
recuerdo que son los años cuarenta y el segregacionismo
racial seguía imperando en buena parte de los EE.UU.). De esta época
destacaremos canciones como Too Young, Unforgettable, Smile, When I Fall In Love. En 1958 se traslada a La Habana donde versionará
clásicos en español como esta Cachito,
Quizás,
Quizás, Quizás y en la gira posterior se enamorará de ese vals
venezolano llamado Ansiedad. Cuatro
años más tarde se juntó al célebre pianista de jazz George Shearing con el
que consigue varios éxitos como Ramblin' Rose o Lost April. En 1965, y con tan sólo 45
años, fallece de cáncer de pulmón.
La
letra no habla del miembro viril del cantante como pensaban los enfermos
censores franquistas, sino sobre el segundo hijo de la compositora y la
felicidad que éste les había traído a sus padres.
La
música arranca con unas vibrantes notas de la sección de viento, el contrabajo
y la percusión que dan paso a la voz de perfecta dicción y modulación que
recita con voz de terciopelo mientras la orquesta la acompaña con el piano,
realizando el interludio musical las trompetas.
© Consuelo Velázquez
y Capitol Records.
Letra Original:
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Cachito,
cachito, cachito mío
pedazo de cielo que dios me dio Te miro y te miro y al fin bendigo bendigo la suerte de ser tu amor
Me
preguntan que por qué eres mi cachito
y yo siento muy bonito al responder que porque eres de mi vida un pedacito al que yo quiero como a nadie he de querer
Cachito, cachito, cachito mío
pedazo de cielo que dios me dio Te miro y te miro y al fin bendigo bendigo la suerte de ser tu amor
A
tu lado yo no sé lo que es tristeza
y las horas se me pasan sin sentir Tú me miras y yo pierdo la cabeza y lo único que puedo repetir
Cachito, cachito, cachito mío
pedazo de cielo que dios me dio Te miro y te miro y al fin bendigo bendigo la suerte de ser tu amor
Cachito
cachito mío Tú eres el amorcito de mamá y de papá
Cachito
cachito mío Tú eres el amorcito de mamá y de papá
Cachito, cachito, cachito mío
pedazo de cielo que dios me dio Te miro y te miro y al fin bendigo bendigo la suerte de ser tu amor
A tu lado yo no sé lo que es tristeza
y las horas se me pasan sin sentir Tú me miras y yo pierdo la cabeza y lo único que puedo repetir
Cachito, cachito, cachito mío
pedazo de cielo que dios me dio Te miro y te miro y al fin bendigo bendigo la suerte de ser tu amor |
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