lunes, 25 de febrero de 2019

Joan Manuel Serrat – Cantares (letra en español)


Nuestra querida María nos recuerda que el pasado viernes 22 de febrero se cumplieron ochenta años del fallecimiento de Antonio Machado en el exilio de Colliure, y en estos tiempos en que los populismos y extremismos tiran de las costuras de nuestra democracia, debemos ver en la tragedia de su muerte una vacuna para seguir en la espiral de la sinrazón de quienes sólo buscan el “cuanto peor mejor” y de quienes traicionan el espíritu de la Transición que permitió que nos fijáramos sólo en lo que nos une y dejáramos a un lado lo que nos separa. Que nunca más pase que los mejores tengan que morir en la amargura del exilio, y que los demás callen por miedo. La libertad y el respeto deben ser las guías de nuestros actos y decisiones sin importar si se es de izquierdas o de derechas, del norte o del sur.

Joan Manuel Serrat (al que hemos tenido en estas entradas) nace en 1943 y fue un estudiante modelo que con becas se licenció en 1965 como perito agrícola. Pero ya en esas épocas la música y la poesía habían hecho presa en él y, tras aparecer en un programa de radio, es rápidamente fichado por una discográfica. Será uno de los fundadores de la Nova Cançó catalana, siendo sus primeros discos en esta bella lengua española como Ara Que Tinc Vint Anys su primer LP en 1967 o un año después Com Ho Fa El Vent donde encontramos la bellísima Paraules d'amor. Su primer LP en castellano, La Paloma, lo edita dos años más tarde, pero su salto a la fama lo consigue con la valentía de adaptar musicalmente los poemas de poetas marginados por republicanos como con Dedicado a Antonio Machado, Poeta donde hallamos esta Cantares y Miguel Hernández en Miguel Hernández donde encontramos esas maravillosas Nanas De La Cebolla, Para La Libertad, Elegía. En 1970 en su disco Mi Niñez encontramos Fiesta que tendrá gran éxito y el disco en catalán Serrat/4 donde hallamos la hermosísima 20 De Març. Un año más tarde compone el que es, según nuestra opinión, el mejor disco en español de la historia como es Mediterráneo que le convierte en ídolo en todos los países de habla hispana y con el que iniciará una gira por todo el mundo. En 1974 compone Para Vivir, un disco dedicado a la maternidad y los niños donde está destaca  la bellísima De Parto. En 1981 vuelve a las listas de éxitos con En Tránsito y sobretodo dos años más tarde con ese soplo de aire fresco e ilusión que es Cada Loco Con Su Tema. En 1985 continúa musicalizando poemas en El Sur También Existe dedicado a Mario Benedetti. Los noventa arranca lo que ha sido desde entonces su carrera en la que crea obras de menor éxito como Sombras De La China o Hijo De La Luz Y De La Sombra donde busca nuevos sonidos y poemas, sin la búsqueda desaforada del éxito mediático si no el personal, mientras realiza giras con su amigo Joaquín Sabina (al que hemos tenido en estas entradas) llenando aforos con fans de toda edad y condición.

La letra es un lamento por lo que es morir lejos del hogar que tanto se ama, y una reflexión de la vida como el camino que se recorre con una meta segura que es la muerte pero que nos define según como lo andamos.



La música arranca con unas notas leves de guitarra y bajo a la que le siguen que dan paso a la voz cantarina y llena de verdad del cantante prefacio que tendrá el apoyo de la  percusión y las secciones de cuerda y viento creando momentos de gran emoción.





Letra Original:
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.
Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

Hace algún tiempo, en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos,
se oyó la voz de un poeta gritar:
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar,
golpe a golpe, verso a verso.

Murió el poeta lejos del hogar,
le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar,
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar,
golpe a golpe, verso a verso.

Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar,
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar,
golpe a golpe, verso a verso ,
golpe a golpe, verso a verso,
golpe a golpe, verso a verso.



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