En
el amor no todos los finales son felices y se comen perdices, no, en muchos lo
que nació como un sol que llenaba todo tu firmamento, un día explota y no queda
de él más que un agujero negro que se come toda la felicidad. Es triste, pero
es ley de vida, y en ocasiones este fin traumático es el prólogo de la llegada
del amor de tu vida, quién sabe. Pero si el último capítulo de tu historia
genera una canción tan bella como la que hoy nos ha traído María, y una de las
favoritas de La Capitana, hace que concluyamos con ese dicho de “no hay mal que
por bien no venga”.
Charles Aznavour (al
que hemos tenido estas
entradas) nace en París en 1924 dentro de una familia de refugiados que
habían escapado del genocidio
armenio. Debuta en los teatros a los 11 años, y en 1941 conoce a Pierre
Roche con el que compondrá alguno de sus mejores temas y formará un dúo. Seis
años más tarde pasan a ser teloneros de la gran Edith Piaf (a la que
hemos tenido estas
entradas) pero el éxito tarda en llegar y las dudas y la desesperación
harán mella en él mientras que su compañero se marcha a Canadá. Mas todo cambia
en 1955 cuando su Sur Ma Vie se convierte
en todo un éxito y empieza a componer para las grandes divas del momento y va
colando temas en listas como la tremenda La Mamma, Hier Encore, Emmenz-moi, Et Pourtant, la espectacular La Bohème
o esta Que C'est Triste
Venise. Además él contará con un gran punto a su favor como es la
facilidad de idiomas que tiene y así hacer versiones de sus temas al inglés,
español, italiano, alemán, etc. que harán que rebase enseguida el mercado galo
para convertirse en toda una estrella en Occidente como con She
que será número uno en Reino Unido en 1974. Al mismo tiempo tendré una
interesante carrera como actor trabajando con directores de la talla de François Truffaut.
Y hoy, a sus 93 años, sigue recorriendo el mundo con giras en las que sigue
sorprendiendo con voz y demostrando el por qué ha vendido más de 100 millones
de discos.
La
letra nos habla de la tristeza de un amor que muere en Venecia, se recuerdan
los buenos momentos, pero toda la belleza del lugar no puede compensar el dolor
por una relación rota donde ya no hay sitio ni para las lágrimas en unos ojos
decepcionados.
La
música arranca con el piano de notas tristes secundado por la sección de cuerda
que antecede a la voz perfecta en su trino gutural del francés del cantante, y
al resto de la orquesta.
Página oficial
©
Charles Aznavour, Françoise Dorin y
Barclays Records.
Letra Original:
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Letra Traducida:
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Que
c'est triste Venise
Au temps des amours mortes Que c'est triste Venise Quand on ne s'aime plus
On
cherche encore des mots
Mais l'ennui les emporte On voudrais bien pleurer Mais on ne le peut plus
Que
c'est triste Venise
Lorsque les barcarolles Ne viennent souligner Que des silences creux
Et
que le cœur se serre
En voyant les gondoles Abriter le bonheur Des couples amoureux
Que
c'est triste Venise
Au temps des amours mortes Que c'est triste Venise Quand on ne s'aime plus
Les
musées, les églises
Ouvrent en vain leurs portes Inutile beauté Devant nos yeux déçus
Que
c'est triste Venise
Le soir sur la lagune Quand on cherche une main Que l'on ne vous tend pas
Et
que l'on ironise
Devant le clair de lune Pour tenter d'oublier Ce qu'on ne se dit pas
Adieu tout les pigeons
Qui nous ont fait escorte Adieu Pont des Soupirs Adieu rêves perdus
C'est trop triste Venise
Au temps des amours mortes C'est trop triste Venise Quand on ne s'aime plus |
Qué
triste está Venecia
en
los tiempos de los amores muertos
Qué triste está Venecia
cuando
ya no se ama más.
Seguimos
buscando palabras
pero
el aburrimiento se las lleva
A
uno le gustaría de verdad llorar
pero
uno ya no puede más.
Qué triste está Venecia
desde
que las barcarolas
sólo
subrayan
ése
silencio hueco.
Y
que el corazón se encoge
viendo
las góndolas
abrigar
la felicidad
de
las parejas enamoradas.
Qué triste está Venecia
en los tiempos de los amores muertos
Qué triste está Venecia
cuando ya no se ama más.
Los
museos, las iglesias,
abrieron
en vano sus puertas
inútil
belleza
frente
a nuestros ojos decepcionados.
Qué triste está Venecia
la
noche en la laguna
Cuando
buscas una mano
que
nadie te la tenderá.
E
irónicamente,
frente
a la luz de la luna
para
tratar de olvidar
lo
que no se dice.
Adiós
a todas las palomas
que
nos han hecho compañía
Adiós
Puente de los suspiros
Adiós
sueños perdidos
Está
demasiado triste Venecia
en los tiempos de los amores muertos
Está demasiado triste Venecia
Cuando
ya no se ama más
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