Los
afectos casi siempre son injustos tanto en su exceso como en su defecto, ya que
solemos prodigarlos en demasía a quienes no nos han dado motivo alguno para
ello y se los escatimamos a quienes nos los ofrecen a corazón abierto. A mí con
Fito Cabrales me sucede
que le he negado durante demasiado tiempo la calidad de su música, la
sinceridad de sus canciones y lo valiente de muchos de sus posicionamientos por
causas que no vienen al caso, pero gracias a Dios él no ha dejado de producir
buena música que al final no me ha quedado más remedio que rendirme a la
evidencia y hacerme fan total.
Este bilbaíno
vivió esos terribles años
de plomo de ETA, pero en vez de terminar dentro de los grupos de la
denominada música
radical abertzale decidió apostar por bandas de rock and roll puro. Así
en se integra en 1989 en una de las bandas españolas más importantes de los
noventa como fue Platero
y Tú. Desde el primer momento se centran en los temas que de verdad les
importaban a las personas que convivían con ellos en los cinturones
industriales de las grandes ciudades vascas como eran el amor, las drogas, los
bares, pasarlo bien, sin hablar para nada de política. La calidad de sus letras
y la potencia de sus conciertos los harán muy populares en el País Vasco, y de
allí dan el salto al resto de España. En 1998 el cantante decide probar nuevos
sonidos y forma una banda paralela llamada Fito & Fitipaldis
(a los que hemos tenido en esta,
esta
y esta
entradas) donde priman canciones con un toque más rockabilly y rythm and blues. Y ante
el éxito de su primer disco, A Puerta Cerrada, en
1998 toma la decisión de seguir por ese camino y disolver Platero y Tú. Los Sueños Locos,
Lo Más Lejos
A Tu Lado, Por
La Boca Vive El Pez y Antes De Que
Cuente Diez demuestran que su apuesta fue la acertada al conseguir un
gran éxito de crítica y aún mejores ventas. Además nunca han abandonado ese
gusto por el directo y su comunión con el público, regalándonos giras en todo
tipo de aforos, desde los estadios con la música a todo trapo a los teatros con
un mayor gusto por depurar su sonido. En 2014 ha publicado su último disco, Huyendo Conmigo
De Mí.
La Casa
Por El Tejado es una canción en la que nos muestra una reflexión sobre lo que
es su vida y como la entiende. Cree que la escuela no puede enseñar a tener
ambición, a reír y a llorar, a coser el
alma, y a poder dormir sin ella a su lado. Y así puede sobrevivir construyendo
la casa por el tejado.
Esta es
una típica canción de Fito
Cabrales en la que el rock guitarrero se hace presente en toda su
expresión, con él cantando sus pensamientos y el saxofonista Javier Alzola haciendo
unos solos de impresión.
© Fito Cabrales y DRO
Letra Original:
|
Ahora sí, parece que ya empiezo a
entender
las cosas importantes aquí son las que están detrás de la piel Y todo lo demás... empieza donde acaban mis pies después de mucho tiempo aprendí que hay cosas que mejor no aprender.
El colegio poco me enseño...si es
por esos libros nunca aprendo a:
Coger el cielo con las manos
a reír y a llorar lo que te canto a coser mi alma rota a perder el miedo a quedar como un idiota y a empezar la casa por el tejado a poder dormir cuando tú no estás a mi lado
menos mal que fui un poco granuja
todo lo que se me lo enseñó una bruja
Ruinas... ¿no ves que por dentro
estoy en ruinas?
Mi cigarro va quemando el tiempo, tiempo que se convirtió en cenizas
¡¡Raro!! no digo diferente digo
raro!!
ya no sé si el mundo está al revés o soy yo el que está cabeza abajo
El colegio poco me enseñó...
si es por el maestro nunca aprendo a:
Coger el cielo con las manos
a reír y a llorar lo que te canto a coser mi alma rota a perder el miedo a quedar como un idiota y a empezar la casa por el tejado a poder dormir cuando tú no estás a mi lado
menos mal que fui un poco granuja
todo lo que se me lo enseñó una bruja |
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