Los
que aquí estamos somos de las personas que tenemos claro que no hay que dar
casi nada por perdido en esta vida, que si tienes constancia, fuerza de
voluntad y un poco de cordura a la hora de embarcarte en las aventuras de la
vida, estas pueden hacerse realidad. Eso, que en el plano vital podía ser
discutible, en su vertiente musical es inapelable, si quieres encontrar buena
música sólo hay que buscar y perseverar, por mucho que cueste. Eso me pasó a mí
con este grupo, Pi es una devota seguidora de ellos y con la paciencia de la
gota sobre el granito ha ido horadando mi granítica resistencia hasta que al
fin no me ha quedado más remedio que reconocerla el gusto y terminar admirando
a estos cinco trastornados, lo que demuestra eso que dice “who dares wins”.
En
1997 Santi Balmes
(voz, guitarra y teclados), Jordi Roig (guitarra y teclados), Joan Ramón
Planell (bajo y sintetizador) y Oriol Bonet (batería y programación) que ya
habían participado en otras bandas de Barcelona, se juntan para grabar unas
maquetas que envían a un concurso realizado por la conocida revista Ruta 66
quedando segundos. Este éxito les anima a continuar juntos con el nombre Love of Lesbian y
empezar a rodarse en festivales y concursos por toda España donde destacaban
por el uso del inglés en sus primeros trabajos, Microscopic Movies en 1999, It is Fiction? en
2002 y Ungravity (2003).
Convencidos que el uso de la lengua de la pérfida Albión había sido un error,
en 2005 realizan su cuarto disco ya en castellano bajo el título de Maniobras De
Escapismo que les abre las puertas de festivales de la entidad del de FIB.
Tras Cuentos
Chinos Para Niños Del Japón en 2007 el éxito le llega dos años después
con 1999
que entrará en las listas españolas y ser nombrado como grupo del año por la
revista Rolling
Stone. Este reconocimiento les lleva a realizar una gira de dos años y
empezar a salir por Europa e Hispanoamérica. En 2012 continúan con su forma de
entender los discos como obras conceptuales y en el doble La
Noche Eterna. Los Días No Vividos nos muestran lo que se puede hacer
por el día y por la noche conteniendo la magnífica Oniria E Insomnia. En 2014 crean un proyecto teatral y musical con
sus canciones más íntimas e hirientes (son sus palabras) llamado Miralls I Miratges / Espejos Y Espejismos
que se representó primero en Barcelona y después por el resto de España.
Participan en proyectos de otros artistas como Iván Ferreiro (al
que hemos tenido en esta
entrada) o Elefantes
(a los que ya hemos tenido en esta
y esta
entradas) y hasta protagonizan una polémica
a nivel nacional por la calidad de la paella en su anuncio para una cerveza
nacional. El viernes 4 de marzo de 2016 han publicado su último disco, El Poeta Halley, del que esta Bajo El Volcán es su sencillo de
lanzamiento.
La
letra es la alegoría entre una persona que es como el viento, voluble y
disperso, frente a su amante que es sólida como la tierra. Pero cuando él
vuelve como huracán ella demuestra su poder quebrándose para darse rienda
suelta como volcán, y los restos que quedan del primero se dan cuenta de que no
podrá volver a sus islas porque le está prohibido. Vamos que lirismo en vena,
maj@s.
La
música arranca con unas leves notas de guitarra y teclados que dan paso a la
voz nasal, justita y melancólica del vocalista que será arropada por la batería
y el bajo. En los estribillos todo se acelera como un huracán.
©
Santi Balmes y Warner.
Letra Original:
|
Quiero
planear, sobre tu tierra estable.
Quisiera
regresar, a ser viento suave.
Cuando
yo solo era brisa, acuérdate bien,
que
al no poder mirarme sabía que existía,
sólo
si a ti te podía mover.
De
casi todos mis viajes,
de
ahí me llevé varias canciones de aire,
recuerdos
de viajes que en mares del trópico adquirí.
Fue
después de veinte inviernos, acuérdate bien,
por
las presiones de aire los círculos radiales se empezaron a expandir.
Mientras
tanto tú, tú tan anclada en tus raíces,
con
esfuerzo percibiste que invertí mi dirección.
Y de quien siembra vientos ¿Qué se dice? Ya lo sabes.
Sólo
cuando te quebraste, sólo entonces me di cuenta. Era yo…
…
el huracán de una escala descomunal,
crecido
en su arrogancia
por
sí mismo dio una vuelta en espiral.
Y
ese huracán
con
la luz de lunas de hiel,
a
mil metros del suelo
a
duras penas se dio cuenta
que
arrasó bajo el volcán.
Toda
sed de comprender cualquier motivo al sinsentido
ha
dejado a hombres de ciencia sin salir de sus porqués.
Fenómenos
del mal, desastres que vienen y van, que van, que van,
que
van sucediendo sin aviso fiable o preventiva medición.
Tu
tierra antes dormida de tu lava se llenó.
Cerramos
aeropuertos, desviamos los aviones del perdón.
Ya
no hay nada en mí.
Sólo
restos que destruyen.
Y
mi huracán
de
una escala de fuerza seis,
crecido
en su arrogancia,
a
duras penas se dio cuenta
que
arrasó bajo el volcán.
Tu
volcán.
Ni
siquiera el mismo diablo lo haría mejor.
Y
el huracán de una escala descomunal,
crecido
en su arrogancia,
por
sí mismo dio una gran vuelta en espiral.
Ese
huracán quiso huir de su propio ser,
se
fue a otras ciudades convencido que a tus islas le estaba prohibido volver.
Le
estaba prohibido volver.
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