Hay
artistas a los que la fama les impiden hacer lo que quieren por temor a
perderla, y a otros que les da la oportunidad de desarrollar todos sus
proyectos porque le aporta la seguridad económica y el reconocimiento suficiente
para poder atreverse a todo, hasta perder el favor del público que antes
tuvieron. De los primeros hay muchos ejemplo y de los segundo pocos, por eso
gente con ése valor merecen que les recordemos como al autor de la canción de
hoy.
Javier
Álvarez nace en Madrid en 1969 y tras terminar la carrera se marcha a
Londres a buscarse la vida. Allí se hace con una guitarra y, tras no tener
demasiado éxito, se vuelve a España. Actúa en el Metro y en el Retiro,
pasando después al circuito de cantautores con su meca en el Café Libertad 8. En 1994
lanza su primer LP, Javier Álvarez,
que contendrá una colección de canciones llenas de sensibilidad y calidad que
le convierten en el artista revelación del año. En él encontramos temas
increíbles como La Edad Del Porvenir, La
Madre De Fabián, Uno-Dos-Tres-Cuatro, De Aquí A La Eternidad y esta Piel De Pantera que serán coreados por
mareas de fans de las que en ocasiones le toca huir a la carrera. Un año
después edita su esperado segundo trabajo, Dos,
en el que encontramos temazos como Sunset
Boulevard que tendrá un gran éxito. Con Tres,
cambia la guitarra acústica por los sonidos electrónicos lo cual supone un
ruptura con buena parte de sus fans. En 2001 nos regala esa joya que es Grandes Éxitos en el que versiona
algunas de sus canciones favoritas y que será un fracaso de ventas, pero él
sigue haciendo lo que le gusta. Dos años después vuelve con un disco variado
como es Tiempo Despacio donde
encontramos temas tan divertidos como Cuando
Haces Pop o Ni Na No. Más serio
se pone en su disco Guerrero – Álvarez
que realiza con poemas de Pablo
Guerrero (al que hemos tenido en esta
entrada). Y su última genialidad es hacer un disco llamado A que no se vende si no que se escucha en su página web y que si
quieres puedes llegar a un acuerdo con él para que te lo interprete en el salón
de tu casa.
La
letra es una denuncia de una sociedad que obligó durante mucho tiempo a los
transexuales a ejercer la prostitución como único medio de subsistencia,
mientras eran insultados por muchos que durante la noche precisaban de su ayuda
para satisfacer sus deseos y tener algo de calor en su alma congelada y
pútrida.
La
música es muy sencilla y a la vez de gran sensibilidad con la guitarras
acústica, el bajo, la batería tocada con escobillas, unos coros femeninos y la
voz escasa pero llena de verdad del cantautor.
©
Javier
Álvarez y EMI.
Letra Original:
|
Voy
Castellana abajo en plena primavera
mucho
árbol, noche, coches y neón la sangre alteran.
Dejo
atrás Castelar, me ciegan las esferas
de
tías que eran tíos aunque ya no lo parezca.
Una
es más solitaria mostrando sus tetas
y
hay un palpable riesgo en toda cosa que maneja.
Se
para un auto con dos chicos en bandeja,
que
empiezan a insultar la seriedad que desempeña.
Y
meten primera, ella casi ríe
me
regala sus ojos que parecen decirme
"Muerdo
por fuera, me como por dentro,
piel
de pantera, soy virgen del miedo.
Noche
en la acera, mañana sin centro,
luz
por montera, sin un firmamento..."
Tiene
pelotas que quien pasa más vergüenza
tenga
que combinarla con el frío y con la entrega.
Parece
broma que se escondan los que muestran
y
nos toque aprender de quienes todo se reservan.
El
siglo XX se nos va ya de las manos
y
el mundo es un gran puzzle de rincones infrahumanos.
Hombres
de misa por la noche santiguados
dan
caza a la pantera y ponen a lavar sus manos
Y meten primera, ella casi ríe
me regala sus ojos que parecen decirme
"Muerdo por fuera, me como por dentro,
piel de pantera, soy virgen del miedo.
Noche en la acera, mañana sin centro,
luz por montera, sin un firmamento..."
Y meten primera, ella casi ríe
me regala sus ojos que parecen decirme
"Muerdo por fuera, me como por dentro,
piel de pantera, soy virgen del miedo.
Noche en la acera, mañana sin centro,
luz por montera, sin un firmamento..."
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