Supongo
que en todos los lugares será parecido, pero yo al menos tengo claro que en
España somos de lo más ingrato a la hora de homenajear a nuestras figuras e
ídolos, ya que en cuanto dejan de estar en lo más alto somos muy rápidos en
enterrarlos en la fosa del olvido, y si de paso les podemos vilipendiar, mejor
que mejor. Posiblemente por eso la mayoría de mis conciudadanos no tengan ni
idea de quienes son estos pioneros de la música moderna que inventaron el
llamado rock torero para que los españolitos de entonces pudieran digerir mejor
eso del rock y del pop que venían del extranjero.
El
éxito de The Beatles
(que a los que hemos tenido en esta,
esta,
esta
y esta
entradas) hizo que en nuestro país los “linces” de las discográficas pensasen
que a lo mejor se podía ganar el dinero con los “melenudos”, así que reclutan
dentro de las bandas madrileñas como Los Pekenikes a cuatro
muchachotes, forman un grupo llamado Los Brincos y se ponen a
grabar en 1964 lanzando un disco llama Los
Brincos. Canciones tan rockeras como este Flamenco hacen que la compañía se asuste un poco y les sugiera que
hay que suavizar el impacto con las autoridades de La Dictadura
de alguna manera, no sea que se pasen de modernos, y es entonces cuando deciden
adoptar como vestimenta algo tan hispano como la capa. Seguro que ahora os
parece un suave, pero para entonces fue toda una conmoción en la juventud de
las ciudades dando lugar a lo que se llamó la “Brincosis”. Su segundo LP sale
dos años después y en él se encuentran clásicos como Mejor, Borracho, Tú Me Dijiste Adiós que continúan copando los
puestos más altos de las listas de éxitos del país. Es entonces cuando el
liderazgo de Fernando
Arbex es puesto en entredicho por Juan Pardo y Junior provocando la
salida de los dos últimos. Se consigue rehacer el grupo y editan Contrabando que contendrá temazos como Pasaporte o Lola. En 1970 intentan realizar un disco dentro del rock psicodélico
llamado Mundo, Demonio y Carne del
que además harán una versión en inglés llamado World, Evil & Body pero al no conseguir el éxito supondrá la
disolución del grupo.
La
letra es de una chulería que asusta, en la que el cantante demuestra una
seguridad total de quién es y de que enamorará a su chica con tan sólo decirlo,
porque es obvio que su lado esta encontrará la felicidad.
El
arranque es de una guitarra española y un ritmo de batería que tienen un aire
flamenco, pero éste de repente dan paso a un ritmo rock clásico con las
guitarras eléctricas y el bajo que preceden a la voz dura de Juan Pardo y
posteriormente a las armonías vocales.
©
Juan Pardo y
Novola.
Letra Original:
|
(Ele
ahí)
Si
me preguntas a dónde voy
y si tú quieres saber quién soy piensa que es fácil de adivinar que yo soy yo,
(tacatá)
oh oh, oh oh oh oh oh oh, oh oh oh oh
Si
te preocupa mi porvenir
no puedes dejar de pensar en mí no lograrás hacerme cambiar: soy como soy, oh oh, oh oh oh oh oh oh, oh oh oh oh
Aaaaaaaaaaaaaa
Aaaaaaaaaaaaaa Aaaaaaaaaaaaaa Hey, hey , hey hey
Aaaaaaaaaaaaaa
Aaaaaaaaaaaaaa Aaaaaaaaaaaaaa
Piénsalo
bien y decídete,
(piénsalo, piénsalo)
no
tengo tiempo para perder,
pronto mi novia tú vas a ser, lo digo yo , oh oh, oh oh oh oh
(que
sí)
oh oh, oh oh oh oh
Nunca
jamás te arrepentirás
porque si buscas felicidad sólo a mi lado la encontrarás lo digo yo,
(claro
que sí)
oh oh, oh oh oh oh.
oh oh, oh oh oh oh.
|
Eran de verdad muy buenos, dado el momento que se vivía en nuestro país, no era fácil. Pero ellos lo hicieron
ResponderEliminarEs sin duda la mejor canción de los Brincos, como lo es "Black is Black" de los Bravos.
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