Ya
he comentado en otras ocasiones mi sorpresa por cómo en España el género
musical navideño está tan denostado por parte de la mayoría de los artistas
nacionales que, o bien lo consideran un género infantil o bien lo desprecian
por su componente religioso. Y eso es algo casi exclusivo de nuestro país
porque en el resto de naciones las grandes figuras tienen en su repertorio
alguna versión de música tradicional para estas fechas, o directamente componen
y lanzan discos especiales para Navidad. Un ejemplo de cómo se puede hace buena
música para estos días es esta versión que de la canción Los Campanilleros
hacen los chicos de Supersubmarina.
Esta
banda se crea en una de las ciudades hispanas más bonitas como es Baeza en 2005 con
cinco amigos que se juntaban para pasar el rato interpretando música. Tras tres
años de ensayos editan su primer EP, Cientocero,
al que sigue Supersubmarina un año
más tarde. En 2010 fichan por Sony con la que sacan su primer disco, Electroviral, que con apenas promoción
les colocan a la vanguardia de la música indie
española. Tras dos años de gira lanzarán Santacruz
que rápidamente se cuela en el Top3 de ventas físicas y el número uno en las
digitales, lo que confirma su gran protagonismo de la vanguardia musical
nacional. Su gran virtud es la calidad de sus actuaciones en vivo, lo que les
hace ser cabeza de cartel de numerosos festivales y mantener un ritmo constante
de actuaciones. En 2014 han sacado su tercer disco con el título de Viento De Cara.
La
letra nos habla de las gentes sencillas que adoran al hijo de Dios que nació
entre ellos y que le acogieron con su alegría y su devoción, y cómo éste en vez
de rodearse de ricos avarientos y de los lujos que podría haber demandado, lo
hizo de la Santa Humildad.
La
música arranca con unas notas de guitarra y batería como si fuera una compañía
de campanilleros, a los que se les une el bajo y los teclados dando modernidad
a este villancico.
©
RTVE.
Letra Original:
|
En los pueblos de
mi Andalucía
los campanilleros por la "madrugá" me despiertan con sus campanillas y con sus guitarras me hacen llorar. Y con devoción, ... van tocando zambombas, panderos, cantando las coplas al Niño de Dios.
A la puerta de un
rico avariento
llegó Jesucristo y limosna pidió, y en lugar de darle una limosna los perros que había se los achuchó. Pero quiso Dios, ... que al momento los perros murieran y el rico avariento con Él se quedó.
Si supieras la
entrada que tuvo
el Rey de los cielos en Jerusalén no quiso ni coches ni calesas, sino un jumentito que "alquilao" fue. Quiso demostrar, ... que las puertas sagradas del cielo tan solo las abre la Santa humildad.
Que las puertas sagradas
del cielo
tan solo las abre la Santa humildad. |
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