Octava
versión, que dedicamos a nuestros hermanos chilenos y argentinos al traer una de
las canciones más importantes de la música del cono sur. Y es muestra también
de esa dualidad tan terrible que tienen los poetas entre lo que escriben y lo
que son, ya que mientras esta poesía es por todos interpretada como uno de los
cantos más intensos a la vida humana, su autora Violeta Parra estaba
sumida en una depresión tal que al año siguiente de su publicación se
suicidaría ante lo que consideraba fracasos insalvables en su carrera artística
y en sus relaciones amorosas.
Mercedes Sosa es sin duda
la cantante de más éxito y que más ha influido en Argentina en los últimos
cuarenta años. De orígenes indígenas y humildes su oportunidad le llega a los
15 años cuando gana un concurso de radio local. Desde muy pronto orientó sus
inquietudes hacia el folklorismo
patrio que terminará desarrollando en el Movimiento
del Nuevo Cancionero de la que será su estandarte. Su militancia política
en el Partido Comunista le obligará a exiliarse a Europa seis años, retornando
con el regreso de la democracia en 1984 y dedicándose a recorrer el mundo
promocionando las canciones sudamericanas. Muere en 2009 a los 74 años de edad
y el mundo hispano se volcó en mostrar sus condolencias al pueblo argentino.
Gracias a
La Vida tuvo un relativo éxito en Chile pero no será hasta que Mercedes Sosa lo incluya
en su disco Homenaje a Violeta Parra en 1971 que se convierta en una canción
conocida internacionalmente. Las estrofas nos hacen un recorrido por diversas
partes del cuerpo humano y los sentimientos que tenemos a los que agradece su
posesión ya que le aportan sensaciones agradables y conocimientos varios, pero es
el último verso de cada quinteto el que de verdad le importa ya que en ellos
nos explica que principalmente le sirven para poder amar a su amado de mil
formas diferentes, y así sentir que la vida tiene sentido y que lo que nos
sucede siempre será mejor si la podemos compartir con aquella persona para la
que sólo tenemos ojos, oídos, palabras, pies, corazón, risas y llantos.
La
música es una guitarra que sirve de acompañamiento, y contrapunto cuando es
necesario, a esa voz grave de con matices de contralto que La Voz de América
desgrana con un fraseo perfecto y una musicalidad portentosa.
Letra Original:
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Gracias
a la vida que me ha dado tanto
me dio dos luceros que cuando los abro perfecto distingo lo negro del blanco y en el alto cielo su fondo estrellado y en las multitudes el hombre que yo amo. Gracias a la vida que me ha dado tanto me ha dado el oído que en todo su ancho cada noche y días grillos y canarios, martillos, turbinas ladridos, chubascos y la voz tan tierna de mi bien amado. Gracias a la vida que me ha dado tanto me ha dado el sonido y el abecedario con él las palabras que pienso y declaro madre, amigo, hermano y luz alumbrando, la ruta del alma del que estoy amando Gracias a la vida que me ha dado tanto me ha dado la marcha de mis pies cansados con ellos anduve ciudades y charcos playas y desiertos, montañas y llanos y la casa tuya, tu calle y tu patio. Gracias a la vida que me ha dado tanto me dio el corazón que agita su marco cuando miro el fruto del cerebro humano cuando miro el bueno tan lejos del malo cuando miro el fondo de tus ojos claros. Gracias a la vida que me ha dado tanto me ha dado la risa y me ha dado el llanto así yo distingo dicha de quebranto los dos materiales que forman mi canto y el canto de ustedes que es el mismo canto y el canto de todos que es mi propio canto. |
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