En la
música no sucede como en otras artes, aquí el que un artista versione tu obra
no es un motivo de escarnio y duelo, ni se mofa uno del plagio (aunque sea
“inocente” como Ana
Rosa con Danielle
Steel). Un cantante no se puede sentir más ufano que cuando ve que hay compañeros
que se atreven con sus canciones, porque eso les hace ser más grandes. Hay
ocasiones en que la segunda opción es horrible, y por lo tanto la original gana
aún más enteros, y en otras la copia supera a la primera y entonces tenemos dos
por el precio de una. En 2009 se realizó un tributo a la carrera del gran Miguel Ríos llamado
Bienvenidos en el que toda la profesión se volcó en homenajearle, y de todas la
que me embrujó fue esta Reina de la Noche interpretada por Rebeca Jiménez.
La
cantante segoviana es un ejemplo de constancia y de mejora continua. Empieza a
estudiar solfeo y piano en el conservatorio, marcha a Madrid para continuar los
estudios, aprovecha una beca Erasmus para ir a Viena a profundizar su
aprendizaje en alemán y música, y al regresar sigue probando diferentes estilos
para ver cuál es su sitio. En esto conoce a Quique González
que la centra en su dirección actual, que es ser cantautora de piano pero con
una base de potencia en el sonido y de voz poderosa y rota, que nos recuerda a
la gran Aurora
Beltrán, siendo para mí la gran esperanza blanca femenina de nuestra
música.
La
letra nos habla del placer de caer en la perdición, de cómo uno camina con
alegría hacia un destino que se ve de pecado, del indudable atractivo de verse
atrapado por la oscuridad. Porque ella es el enigma, la dominación, la noche
que se ve más bella por las estrellas que nos recuerdan su negritud. Porque
siempre que nos ofrezcan una manzana morderemos condenando nuestra inmortalidad
por el instante del dulzor corriendo por nuestra boca, ya que el Señor nos dio
a elegir entre ser llama intensa y breve o luz moderada y eterna, y optamos por
lo primero. Algunos han interpretado esta canción como las sensaciones del
último chute de droga, pero prefiero verla como esta rendición sin más
redención que los deseos de una reina que ojalá sea pródiga en atenciones a
quién ella esclaviza.
La
música empieza con toques de baqueta seguidos de unos acordes de guitarra que
son secundados por el piano y la batería, en un crescendo que nos llena de desasosiego
hasta que aparece la voz. Después se les una base de teclado en modo órgano y
la sección de cuerda que le da una mayor sensación de angustia. Entonces todo
se vuelve más íntimo, con la voz en sus versos centrales y el piano, hasta que
vemos como entran los teclados, el bajo, la batería, la guitarra conformando un
ambiente que se me antoja gótico y decadente. La original era buena y perfecta
para los conciertos, pero la la carga emocional de esta me hace incluirla entre
las mejores canciones españolas que recuerdo.
© Miguel Ríos y Polydor.
Letra Original:
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Te
vi llegar
con la noche a la espalda como un enigma en la oscuridad te adiviné ligada a las estrellas que me controlan a millones de años luz. Reina de la noche enaguas hechas del bien y el mal Reina de la noche si me tienes que llevar… háztelo legal. Te intente convencer escondiendo el tiempo que la noche duraría más y cobijé en tu manto mis planes de mañana pues comprendí que estaba a tu merced. Reina de la noche enaguas hechas del bien y el mal Reina de la noche déjame hacerte el amor que pronto sale el sol y si me tienes que llevar háztelo legal. Que dulce confort después de ver mi vida como en technicolor las fotos de ayer como en un flash se agolpan en mis ojos y yo ya no… estoy la Reina de la noche me amó y así… me fui con la reina de la noche de aquí. |
llevo un buen rato escuchando canciones de esta chica. ¿Donde estaba metida??!!! o mejor dicho... Donde o que estaba yo escuchando para no conocerla??' Que voz!! Que rotundidad !!! Momento fan ON (de ti, of course ;-)
ResponderEliminarMil millones de muas.
Pues no tienes que culparte de nada, la pobre no ha contado con la oportunidad de demostrar la calidad que reconocen todos los que la escuchan.
EliminarY yo soy tan fan tuyo que cualquier día me condenan con una orden de alejamiento de 200 Km o más.
Mil millones de muas menos uno para que tú ganes.