Si a
principios de los noventa alguien me hubiera preguntado cuáles eran las dos
mejores voces españolas no habría dudado en decir que eran las de Greta y la Sergio Dalma, por su
potencia y versatilidad, por su gusto por las letras y la amplitud de sus
influencias musicales, pero también habría mostrado mis dudas de que llegasen a
ser grandes estrellas porque el público quiere productos menos complejos, más
masticables.
Greta y los Garbo
son, a pesar de ser de Pucela,
uno de mis grupos femeninos españoles favoritos, por su claro amor por la Motown y todo lo que representa,
por su apuesta por los coros poderosos, por una producción cuidada de sus
trabajos, y porque eran de los que no te daba vergüenza ajena escucharles en
directo, ya que sonaban igual que en los discos. ¿Que eran un poco pijas y
ñoñas?, no un poco, bastante, pero eso siempre es mejor que ser drogatas
sarnosos o delincuentes confesos como tantos grupos de culto, así que como dice
el dicho “en todos los sitios cuecen habas, y en algunos a calderadas”.
El
grupo empieza su carrera en 1990 con Menuda Fiesta, una versión de una canción
de The Supremes, y
alcanza gran difusión en España. Sus siguientes trabajos son mezclas de
canciones propias y traducciones de clásicos de soul y el funky, pero es con su
disco Deseo con el que logran el cénit de su carrera, para disolverse en 2002.
Este tema
se la compuso Teo Cardalda y es para mí una de las mejores canciones
en español de esa década, que sonó un poco entonces, pero que ha caído en el
olvido con demasiada facilidad. En ella nos habla de ese afán que tenemos todos
de ser mucho más para poder deslumbrar así a la persona amada. Ser algo
especial tan alejado de la normalidad como sea posible, así pirata, poeta, pez,
pintor, ladrón son facetas de uno que asume si con ello puede lograr un poco de
su amor. Y en el fondo lo que se quiere es que en sus sueños estén juntos y
felices.
La
música que les regala el ex-Golpes
Bajos es toda una muestra de maestría. Nace con un piano, al que se le une
la voz de ella con un tono sensual, y, tras la aparición de un chelo, surgen
los coros de sus hermanas. Para que en el 1’50” entre todo el grupo con la
percusión, el triángulo, la sección de cuerda entera, el bajo, y la guitarra en
el solo. Dando así lugar a un canción de esas que te llevan a la lagrimilla al
empatizar con esos sueños que todos hemos tenido, y que, quiera Dios, que nunca
perdamos la capacidad de entrar en la noche sin esperanza de tenerlos.
© Teo Cardalda y Virgin
Letra Original:
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Hay
noches que sueño ser
pirata en tu corazón con ir surcando el mar y robar un poco de tu amor. Hay noches que sueño ser poetas de los de ayer batirme en duelo al amanecer poder morir de amor. Mientras nado entre tus aguas me siento feliz como un pez en el agua no quiero despertar. Soñar con pintar Madrid con rojo de mi carmín besar luego tus labios de fuego decirte que te quiero. Soñar con robar París y luego brindar por ti soñar con que sueñas conmigo y ser feliz así. Mientras nado entre tus aguas me siento feliz como un pez en el agua no quiero despertar. Hay noches que sueño ser poetas de los de ayer batirme en duelo al amanecer poder morir de amor. Mientras nado entre tus aguas me siento feliz como un pez en el agua no quiero despertar. Hay noches que sueño ser... |
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