El
otoño siempre se ha considerado una época que marca la madurez plena. Esto en
muchas sociedades se considera la edad de total plenitud tanto mental como
social, pero en las nuestras muchas personas entran en depresión, las famosas
crisis de los cuarenta y los cincuenta, en las que todos son lloros por la
juventud perdida y los fracasos vitales tal y como nos narra esta canción. Creo
que tod@s tendríamos que hacer un poco de arqueología familiar y encontrar las
fotos de nuestros abuelos o bisabuelos de cuando tenían nuestra edad, y ver
cómo las mejoras de calidad de vida y las menores cargas de trabajo nos han
permitido que lleguemos a sus mismos años en mucho mejor estado, con una
perspectiva vital más longeva y con mejores opciones de desarrollar nuestros
sueños. Así que ánimo con vuestra existencia que cada día hay mil oportunidades
de ser felices.
Nino Bravo (al que hemos
tenido en estas entradas) vino al mundo como Luis Manuel Ferri Llopis y nació en 1.944 en
un pueblecito de Valencia. Empieza como aprendiz de joyero pero la música era
su verdadera vocación por lo que empieza a formar parte de diferentes
agrupaciones musicales para participar en fiestas. En 1969 entra en contacto
con Augusto Algueró
que le ofrece la canción Te Quiero, Te
Quiero que será todo un éxito y que será el comienzo de cuatro años
frenéticos de giras por toda España e Iberoamérica con temas compuestos por los
mejores letristas y compositores del momento como Manuel Alejandro o Juan Carlos
Calderón que le ofrecieron canciones magníficas como Es El Viento, Como Todos, América,
América, Noelia, Libre,
Un Beso Y Una Flor,
Mi Tierra
o esta y tantas otras que le convierten en el cantante español más
importante del momento. En la cresta de la ola, una mañana de abril de 1.973 en
la que se dirigía de Valencia a Madrid a terminar los arreglos de su próximo
disco, sufrió un accidente automovilístico que se lo llevó por delante con
cientos de canciones por cantar. .
La
letra es la desgarradora historia de quien ha perdido a su enamorad@ y el
reconocimiento de la juventud que ya no volvera.
La
música arranca con el piano, la orquesta y los coros melancólicos que da paso a
la voz de enorme belleza del cantante que primero se desenvuelve quejosa,
contenida, casi en un lloro, para desatarse como un huracán en los estribillos.
© Juan Carlos
Calderón y Fonogram.
Letra original |
Soñé que volvía a amanecer soñé con otoños ya lejanos mi luz se ha apagado mi noche ha llegado busqué tu mirada y no la hallé. La lluvia ha dejado de caer sentado en la playa del olvido formé con la arena tu imagen serena tu pelo con algas dibujé Y busqué entre tus cartas amarillas mil te quiero, mil caricias y una flor que entre dos hojas se durmió y mis brazos vacíos se cerraban aferrándose a la nada intentando detener mi juventud. Al fin hoy he vuelto a la verdad mis manos vacías te han buscado la hiedra ha crecido y el sol se ha dormido te llamo y no escuchas ya mi voz. Y busqué entre tus cartas amarillas mil te quiero, mil caricias y un flor que entre dos hojas se durmió y mis brazos vacíos se cerraban aferrándose a la nada intentando detener mi juventud |
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