Ser
un/a luchador/a queda muy bien en la ficción porque la sangre es de mentira, el
dolor no deja arrugas, las pérdidas no quiebran tu alma, y la derrota no
existe, pero en la vida real no rendirse supone un pago en sufrimiento que no tod@s
son/somos capaces de pagar. Por eso cuando ves a alguien que no dobla la
rodilla, que asume el coste de ser como quiere ser, que es capaz de afrontar la
incertidumbre con el brillante fanal de la fe en sí mism@, o le amas o te unes
al bando de quienes oprimen a la vida. Nuestro divo vio como una persona
valiente como Melina
Mercouri, que había tenido que huir de su patria para salvar la vida,
regresó triunfante, y no pudo por menos que dedicarla la entrada de hoy.
Camilo Sesto (al que hemos
tenido en estas entradas) nace en Alcoy (España) en 1.946 como Camilo Blanes Cortés y desde
pequeño se sumergió en la tremenda tradición musical que tiene el Levante
español. Sus primero pasos en serio los da con los grupos Los Botines y Los Dayson
en 1.965, pero cinco años después se lanza en solitario con el sencillo Llegará El Verano, seguido de Buenas
Noches, A Ti, Manuela, y el éxito le llega en 1.972 con Algo De Mí. Cambia de compañía y empieza
a ser una de las estrellas españolas del momento llegando a las listas europeas
tres años después con esta Melina. Es
entonces cuando da una muestra de su valor y de su ojo comercial cuando hace la
adaptación al español de Jesucristo Superstar
(que hemos tenido en estas entradas) que será un éxito total, a pesar de la oposición de sectores
ultras, sobre todo con la brutal Getsemaní.
En 1.977 lanza el álbum Rasgos que
arrasa con canciones como Si Tú Te Vas y Mi Buen Amor. La publicación un año
después de Sentimientos le convierte
en cantante más importante del momento con Vivir
Así Es Morir De Amor y El Amor De Mi Vida,
siendo este último el sencillo más vendido de la década. La década la cerrará
con uno de los duetos más célebres en español como es Callados con la cantante que le acompañó en esa parte de su carrera
la dominicana Ángela
Carrasco Los ochenta suponen una pérdida de popularidad en España, el
fracaso de su intento de salto al mercado anglosajón, y aunque mantendrá un
gran tirón en Hispanoamérica, se irá poco a poco retirando de los escenarios,
aunque no de su labor como compositor. Murió en 2.019 con 72 años de un fallo
renal.
La
letra nos habla de la vuelta de Melina Mercouri a
Grecia tras la caída del Dictadura de
los Coroneles, y cómo todo el dolor que sintió se torna en alegría y fuerza
al saberse ganadora de esta lucha por la libertad.
La
canción arranca con unas notas de Buzuki
que dan un aire griego a la melodía con la percusión y la sección de cuerda que
da paso a la aterciopelada voz de Camilo Sesto que se desata en los estribillos
con el apoyo de los coros.
© Camilo
Sesto y Ariola.
Letra original |
Eres fuego de amor luz del Sol volcán y tierra por donde pasas dejas huella Mujer Tú naciste para querer has luchado por volver a tu tierra y con tu gente Has vuelto, Melina Alza tus manos hacia Dios que el escuche tu voz La, ra, rai, ra, ra, ra, ra Has vuelto, Melina Tus ojos reflejan el dolor y tu alma, el amor la, ra, rai, ra, ra, ra, ra La huella de tu canto echó raíces, Melina Y vuelven a reír tus ojos grises, Melina La, ra, rai, ra, ra, ra, ra Tu vida y tu razón es tu país donde el mar se hizo gris donde el llanto ahora es canto Has vuelto, Melina Alza tus manos hacia Dios que el escuche tu voz la, ra, rai, ra, ra, ra, ra Has vuelto, Melina Tus ojos reflejan el dolor y tu alma, el amor la, ra, rai, ra, ra, ra, ra La huella de tu canto echó raíces, Melina Y vuelven a reír tus ojos grises, Melina la, ra, rai, ra, ra, ra, ra La, ra, rai, ra, ra, ra, ra Melina La, ra, rai, ra, ra, ra, ra Melina |
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