Os
vamos a contar un secreto, después de cerca de 2.100 canciones reseñadas el
control que tenemos sobre lo que hemos publicado o no es el mismo que el que
tiene un político cuando debe salir a dar unos datos que le perjudican ante la
prensa libre, escaso por no decir nulo. Cuando en la redacción nos ponemos a
pensar sobre las canciones a publicar en la próxima semana cada vez es más
frecuente que ante una sugerencia alguien diga “pero si ya la hemos publicado”
y, tras buscarla, nos demos cuenta de que no es el caso quedándonos con un
palmo de narices. Ese es el caso de la entrada de hoy que es una de mis canciones
favoritas y que ha tardado ocho años en salir, pero nunca es tarde si la dicha
llega y es tan buena como la que os ofrecemos.
INXS (al que hemos tenido en estas entradas)
se forma con la fusión de varias bandas australianas en 1979. Por un lado estarán
los hermanos Andrew Farriss (teclados),
Tim Farriss
(guitarrista) y Jon Farriss
(baterista) y por otro el vocalista Michael Hutchence y
el bajista Garry Gary
Beers. Lanzan su primer disco, INXS, un año después
con el que empiezan a ser conocidos en su país. No será hasta su cuarto LP, The Swing,
en 1984 con el que consiguen su primer éxito Original
Sin. Dos años más tardes logran el reconocimiento mundial con el
sencillo Need You Tonight
incluido en el disco What You Need.
Se consolidan con Kick (con más de diez millones
de copias vendidas) en el que encontramos temazos como esta Mystify, New Sensation, Devil Inside o Never Tear Us Apart
con el que se embarcaron en una gira mundial de dos años. En 1990 las
expectativas con X eran tan
altas que a pesar de contar con canciones magníficas como Suicide Blonde
o Disappear y
vender cuatro millones de unidades, la sensación fue de no haber dado un paso
atrás. Esto generó fuertes discrepancias entre el cantante y el compositor
principal Andrew Farris
rompiendo su entendimiento y haciendo que los siguientes discos fueran
destrozados por la crítica y con cada vez más menguantes ventas. Michael Hutchence se
suicida por sobredosis en
1997, y aunque el resto de componentes seguirán tocando con varios solistas
sustitutos (incluso hicieron un reality show para elegir uno) en 2012
anunciaron su disolución definitiva.
La
letra nos habla de cómo el amor siempre tiene que tener sorpresa y novedad para
mantenerse vivo.
La
canción arranca con un fraseado del vocalista con el apoyo del piano y los
pitos de la mano, que dan paso a toda la potencia de la batería, la guitarra y
el bajo que con los coros crean una canción de gran poderío.
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