jueves, 27 de junio de 2019

Mecano – No Hay Marcha en Nueva York (letra en español)


Si hay algo que define a las vacaciones en general y al verano en particular, es que tod@s nos queremos convertir en émulos de Marco Polo abandonando nuestros lares para encontrar fuera de nuestro espacio de confort ese “algo” que nos falta. Así te encuentras en la cola del super a personas que acaban de regresar de Bali, en el bus a otr@s que comentan sus experiencias en Puerto Vallarta y subiendo en el ascensor te da tiempo a que el vecino te narre sus tribulaciones por los fiordos noruegos. Nosotr@s estamos a favor de viajar que desasna una barbaridad, pero también somos de la opinión burlona de esta canción,… que como en tu tierra (sobretodo España y todas las naciones hispanas y mediterráneas) ninguna.

Cuando el synthpop estaba empezando a pegar fuerte en toda Europa un cantautor llamado José María Cano enrola a su novia, Ana Torroja (a la que hemos tenido en estas entradas), y a su hermano, Nacho Cano, para crear en 1981 el grupo Mecano (a los que hemos tenido en estas entradas). Su primer single, Hoy No me Puedo Levantar, relataba las juergas de fin de semana de la juventud de entonces (para que veáis que el botellón ha existido toda la vida) pero la temática, y la poca confianza de la compañía, hace que en un principio sea un fracaso. Mas envían cien sencillos, pagados de su bolsillo, a todas las emisoras de radio que las empiezan a emitir y se convierte en el bombazo del verano. Tras el éxito de su siguiente sencillo, Perdido En Mi Habitación, por fin lanzan su primer LP, Mecano, que venderá un millón de copias tan sólo en España, conteniendo otras grandes canciones como Me Colé En Una Fiesta o Maquillaje. Con su siguiente LP, ¿Dónde Está El País De Las Hadas? (1983), bajan sus ventas a tan “sólo 800.000” discos pero contará con una de sus grandes canciones como es Barco A Venus. Un año más tarde llega el tercero de sus trabajos, Ya Viene El Sol, que será un relativo fracaso por el cambio de estilo y el recelo de CBS, y aún así en él encontramos la bellísima Aire o la celebérrima Hawaii-Bombay. Entre El Cielo Y El Suelo de 1986 será un exitazo con temas míticos como Hijo De La Luna, Me Cuesta Tanto Olvidarte, Cruz De Navajas o No Es Serio Este Cementerio donde los temas más alegres de Nacho Cano pierden peso frente a los más intimistas de José María Cano. Dos años más tarde se produce el cénit con su disco Descanso Dominical donde encontramos esta hilarante No Hay Marcha En Nueva York, la estremecedora Mujer Contra Mujer (cuya versión en francés Une Femme Avec Une Feme es la canción de una banda extranjera que más tiempo ha sido número uno en Francia con ocho semanas), La Fuerza Del Destino, y la icónica Un Año Más, que vende más de tres millones de copias en todo el mundo. Tras una gira mundial agotadora deciden tomarse un año sabático, tras el que en 1991 se meten en el estudio para dar forma a su sexto disco Aidalai el cual contará con temas como El Fallo Positivo, Una Rosa Es Una Rosa o El 7 De Septiembre. Tras estar dos años de gira declaran que van a hacer un descanso de tres años para profundizar en sus carreras personales, y tras seis vuelven con el recopilatorio con seis canciones nuevas Ana, José y Nacho que será un éxito de ventas con un millón de copias, pero que demostró que los integrantes estaban más pendientes de sus carreras que del grupo por lo que se disuelven en 1998.

La letra es una narración sarcástica de un viaje a Nueva York, en la que el/la viajer@ llega llen@ de ilusión por ir a la capital del mundo, para encontrarse de bruces con que no toda la publicidad es real, y que no todo el mundo está preparado para salir de su casa.



La música arranca con unas notas lastimeras de saxo que con la batería tocada con escobillas dan la entrada a la solista con su voz aguda, bellísima y clara, con el apoyo de los teclados, la guitarra y el bajo, con una clara base jazzística.




© José María Cano. y BMG Ariola Records

Letra Original:
Es una ocasión singular
la de que el dólar esté devaluado
que no hay que dejar escapar
para viajar a ultramar
en un momento dado
Cuando tomo una decisión
soy peor que Napoleón
y aunque no me guste el avión
soy un hombre de acción
y por eso.

Me marcho a Nueva York
con la botella de Fundador
Me marcho a Nueva York
con la navaja de explorador
Me mareo en el avión
señorita azafata
el menú me ha hecho daño
sería usted tan grata
de acercarme al baño.

Un fundido en negro y después
plano picado al revés
de rascacielos
y yo allí dispuesto a triunfar
como San Juan de la Cruz
en el Carmelo
Mi primera desilusión
los problemas de comunicación
más de dos millones de hispanos
y allí no habla nadie en cristiano.

Ya estoy en Nueva York
y no le veo buen color
Ya estoy en Nueva York
tampoco he visto ningún actor
Me hieren el pundonor
no dejándome entrar en las discos de moda
que si eres spanish ni un vaso con soda.

Como en “Hijos De Un Dios Menor
traté de hacerle entender
a un policía
“A la Estatua de la Libertad
¿me dice usted cómo se va?
su señoría”.
Y al adoptar la posición
de ese monumento en cuestión
se pensó que era un comunista
buscando follón y lo tuve.

No hay marcha en Nueva York
ni aunque lo jure Henry Ford
No hay marcha en Nueva York
y los jamones son de York
pensé que iba a estar mejor
Que te comen el coco
con los telefilmes
pero es un ardid
y estoy loco
por irme
a Madrid.






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