Nadie
en este planeta es perfect@, nadie, tod@s adolecemos de miles de defectos y
tenemos múltiples limitaciones, pero hay dos maneras de afrontarlo, una es
intentando ser mejores y asumiendo nuestra imperfección y la otra es poner todo
nuestro esfuerzo en fingir y hacer que sean los que nos rodean los que apechen
con todos los marrones para después intentar llevarse el mérito si algo sale
bien. Hay a much@s de estos últimos especímenes que les sale bien la jugada, y a
otr@s, como el protagonista de esta canción, que les cae un chorreo que haría
que no salieran más de casa del bochorno pasado y por la verdad revelada.
Rocío Jurado nace en
Chipiona (Cádiz) en el seno de una familia humilde donde sus padres eran cantantes
amateur de flamenco y copla. Empieza a cantar a los ocho años y pronto la
empiezan a llamar La niña de los premios, ya que ganaba todos los premios de
las emisoras de radio en los cuales participaba. Fallecido su padre marcha con
su madre a Madrid para lanzar su carrera gracias a la cantaora Pastora Imperio que la
contrata para su tablao. Flamenca de corazón será la copla primero y la música
melódica después las que le den la fama junto a una nada desdeñable carrera
como actriz en películas como Los
Guerrilleros como en la serie Curro Jiménez.
Sin duda el momento que la convierte en una estrella es la publicación del
disco Señora en 1979 donde con temas
como Algo Se Me Fue Contigo, Señora, Como
Yo Te Amo o esta brutal Ese
Hombre, arrasa en las listas y vende casi un millón de discos sólo en
España. Le siguen años de éxito en toda Hispanoamérica con canciones que todos
recordamos, Como Una Ola, Se Nos Rompió El
Amor, Paloma Brava, Muera El Amor en solitario y duetos con José
Luis Rodríguez, El Puma con Amigo
Amor, con Ana Gabriel con Amor Callado, con Lola Flores con Dejándonos La Piel. No abandona el
flamenco y en 1982 junta al guitarrista Manolo Sanlúcar
y el cantaor Juan
Peña El Lebrijano para grabar Ven Y Sígueme,
y es tal el éxito que el cineasta Carlos Saura hace con
ella dos películas míticas que son El Amor Brujo
en 1986 y Sevillanas
en 1992 junto a figuras tan importantes como Cristina Hoyos, Paco De Lucía o Camarón De La Isla
(al que hemos tenido en estas entradas). En 2004 anunciaría que padecía
cáncer de páncreas muriendo dos
años después a los 61 años y tras vender más de 30 millones de discos.
La
letra es un repaso a un hombre que no sólo es lo peor sino que además ha ido a
dar con una que no se calla ni media, como Dios manda.
La
música arranca con unas notas duras de guitarra a las que siguen los violines
que dan paso a la voz dura en el tono pero con una musicalidad impresionante de
la cantante que se desatará con furia y rabia en los estribillos con el apoyo
de la percusión y en el bajo.
©
Manuel Alejandro,
Ana Magdalena y RCA.
Letra Original:
|
Ese
hombre que tú ves ahí
que parece tan galante tan atento y arrogante lo conozco como a mí
Ese
hombre que tú ves ahí
que aparenta ser divino tan afable y efusivo sólo sabe hacer sufrir
Es
un gran necio,
un estúpido engreído, egoísta y caprichoso, un payaso vanidoso, inconsciente y presumido, falso, enano, rencoroso, que no tiene corazón
Lleno
de celos
sin razones ni motivos como el viento impetuoso, pocas veces cariñoso, inseguro de sí mismo, soportable como amigo, insufrible como amor
Ese
hombre que tú ves ahí
que parece tan amable, dadivoso y agradable lo conozco como a mí
Ese
hombre que tú ves ahí
que parece tan seguro de pisar bien por el mundo sólo sabe hacer sufrir
Es un gran necio,
un estúpido engreído, egoísta y caprichoso, un payaso vanidoso, inconsciente y presumido, falso, enano, rencoroso, que no tiene corazón
Lleno de celos
sin razones ni motivos como el viento impetuoso, pocas veces cariñoso, inseguro de sí mismo, soportable como amigo, insufrible como amor
Es un gran necio,
un estúpido engreído, egoísta y caprichoso, un payaso vanidoso, inconsciente y presumido, falso, enano, rencoroso, que no tiene corazón
Lleno de celos
sin razones ni motivos como el viento impetuoso, pocas veces cariñoso, inseguro de sí mismo, soportable como amigo, insufrible como amor |
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