domingo, 8 de julio de 2018

Joaquín Sabina – Princesa (letra en español)


La octava canción de la lista nos pide una canción que hable de alcohol o de drogas, y nuestra querida María ha dado en el clavo al elegir la entrada de hoy, porque pocas han sabido captar lo que de destructivo tiene la droga. Mucho se está hablando de la legalización de la comercialización de las drogas blandas, no sólo para su uso terapéutico sino también para el recreativo, asimilando los efectos que estas tienen a los del alcohol y el tabaco, y hasta diciendo que el cánnabis es menos lesivo que las anteriores. Y sin duda habrá estudios sesudos que demuestren que hasta son buenas, pero yo lo vivo a pie de obra al ver el efecto que tiene en varios de mis alumnos y cómo sus reflejos se reducen a la mitad, cómo su capacidad de concentración y entendimiento se destruye, cómo poco a poco la droga es su único interés y la única necesidad que hay que satisfacer, y se me rompe el alma pensando cómo serán dentro de diez o quince años, y peor aún si caen en las drogas duras. Un tercio de los hombres entre 16 y 34 consumen al menos una vez a la semana drogas blandas, y el problema es que eso no vea como el aviso de que hay un grave problema.

Joaquín Sabina (al que hemos tenido en estas entradas) nace Úbeda y, a pesar de pertenecer a una familia del Régimen, muy pronto se radicaliza y formará parte del PCE. Mientras estudiaba Filosofía y Letras Granada participa en el lanzamiento de un cóctel molotov a un banco en 1970, y su padre (a la sazón comisario de policía) le mete en un tren, antes de que le detengan, que le lleva primero en Paris y después en Londres. Tras la Amnistía en 1977 vuelve y es de los primeros que se da cuenta de que las letras políticas empiezan a aburrir al personal y evoluciona hacia temáticas sobre los sentimientos en los que vuelca sus ironías y su buen saber como poeta. A pesar de su relativa fama en Madrid gracias a su participación en La Mandrágora con Javier Krahe (al que hemos tenido en estas entradas) y Alberto Pérez Lapastora, no fue conocido en el resto de España hasta que Fernando García Tola le haga un fijo es su programa de televisión Si Yo Fuera Presidente. Rápidamente edita un directo, Joaquín Sabina y Viceversa en directo, con las mejores canciones de su trayectoria anterior, como esta Princesa, logrando un espectacular éxito de ventas. Le seguirán Hotel, Dulce Hotel en 1987 y un año más tarde El Hombre Del Traje Gris donde se encuentra esta canción. Los 90 le consolidan como uno de los artistas de referencia con discos como Mentiras Piadosas en 1990, dos años después Física y Química que venderá más de un millón de discos y en 1994 Esta Boca Es Mía en el que encontramos una de sus canciones más famosas como es Por El Bulevar De Los Sueños Rotos y Mujeres Fatal. Dos años después Yo, Mi, Me, Contigo volverá a ser número uno con una de sus canciones más bellas como es Y Sin Embargo. Durante su gira por Argentina entra en contacto con Fito Páez (al que hemos tenido en estas entradas) con el compone al alimón Enemigos Íntimos terminando ambos como tales, pero dejándonos joyas como Llueve Sobre Mojado. En 1999 se desquita con un disco como 19 Días Y 500 Noches en el que ya su voz se rompe por completo pero que nos dejará temas míticos como 19 Días Y 500 Noches. Tras el infarto cerebral que sufre un año más tarde deja la mayoría de sus adicciones aunque será víctima de la depresión durante varios años de la que sale tras componer el “disco medicinal” Alivio De Luto en 2005 y empezar una gira por toda España. Desde entonces sigue editando discos como en 2017 Lo Niego Todo (el último hasta la fecha), publicando poemarios, y participando con su gran amigo Joan Manuel Serrat (al que hemos tenido en estas entradas) en giras conjuntas.

La letra es la desgarrada historia de una joven que lo tenía todo para ser una rompecorazones que hiciera con los hombres lo que quisiera, pero que al caer en la droga se convierte en un deshecho físico y moral que camina por la delincuencia hacia la cárcel y con la muerte como único final.



La música arranca con una guitarra lastimera con el apoyo del bajo y la percusión que precede a la voz potente del andaluz que declama con sentimiento los versos siendo apoyado en los estribillos por los coros y los teclados.



© Joaquín Sabina, J. A . Muriel y BMG.

Letra Original:
Entre la cirrosis
y la sobredosis
andas siempre, muñeca.
Con tu sucia camisa
y, en lugar de sonrisa,
una especie de mueca.

¿Cómo no imaginarte,
cómo no recordarte
hace apenas dos años?
Cuando eras la princesa
de la boca de fresa,
cuando tenías aún esa forma
de hacerme daño.

Ahora es demasiado tarde, princesa.
Búscate otro perro que te ladre, princesa.

Maldito sea el gurú
que levantó entre tú
y yo un silencio oscuro,
del que ya sólo sales
para decirme, “vale,
déjame veinte duros”.

Ya no te tengo miedo
nena, pero no puedo
seguirte en tu viaje.
Cuantas veces hubiera dado la vida entera
porque tú me pidieras
llevarte el equipaje.

Ahora es demasiado tarde, princesa.
Búscate otro perro que te ladre, princesa.

Tú que sembraste en todas
las islas de la moda
las flores de tu gracia,
¿cómo no ibas a verte
envuelta en una muerte
con asalto a farmacia?

¿Con qué ley condenarte
si somos juez y parte
todos de tus andanzas?
Sigue con tus movidas,
pero no pidas
que me pase la vida
pagándote fianzas.

Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa

No ves que ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa

Mira ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa

Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa


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