La
vida tiene sus contrasentidos y sobre todo a la hora de festejar
acontecimientos, así en el día de la Madre en vez de hacerla reina por un día
la “obligamos” (bueno eso lo hacen solitas) a trabajar más que nunca en una
comida de banquete para todos o en el día del Trabajo los únicos que dan un
palo al agua son los sindicalistas que deciden trabajar ese día (no quiero
sugerir que el resto del año no lo hagan… no) con procesiones en las que entonan
sus elaborados ripios como “hay que acabar con la reforma laboral” o “contra el
terrorismo empresarial la acción sindical”. Y a eso nos unimos desde este blog…
a lo de festejar el trabajo con una canción que nos dice que es una lata. Y sí,
es un Placer Culpable.
Luis Aguilé es uno de
tantos artistas a los que en España se ha denostado por haber transcurrido su
carrera durante la época de la Dictadura.
Muchos de los que lo hacen en aquellos tiempos o estaban callados o no habían
nacido, pero es lo que hay. El cantante y compositor nace en la Argentina en
1936 y pronto abandona su carrera en un banco para dedicarse a la canción. Su
concepción de las actuaciones como una mezcla de interpretación de canciones
con una gran teatralidad y mezclando comentarios y humor harán de él muy famoso
en su patria. Su repertorio contendrá tanto temas propios como adaptaciones de
canciones famosas por lo que enseguida puede realizar giras por el resto de
Iberoamérica. Se establece en Cuba de donde tras la Revolución
podrá salir tras “donar” buena parte de su fortuna al gobierno revolucionario
por “sugerencia” del Che
Guevara. Instalado en Madrid en 1963 empieza su exitosa carrera con una de
las primeras canciones del verano Dile, y se hará fijo de los programas de
variedades del momento como Amigos Del Lunes,
Gran Parada, Llegada
Internacional, El
Hotel De Las Mil Y Una Estrellas, y como asesor musical del Un, Dos,
Tres… Responda Otra Vez. De él recordamos esta La Vida Pasa Felizmente ( que todos recordamos por su primer verso Es
Una Lata El Trabajar), El Tío Calambres,
La Chatunga, El Preso Número Nueve, y para mí la excepcional Cuando Salí De Cuba.
La
canción es una exaltación de la vida, en la que el cantante nos desglosa su
aversión al trabajo, las dificultades de la vida, los engaños amorosos, la
fealdad exterior, pero todo es secundario si en ella hay amor, porque es de
verdad lo único importante.
La
música está soportada por la sección de viento con la tuba y la trompeta, con
el órgano, la pandereta de anillas, los coros y la voz afrancesada y cantarina
del solista.
©
Luis Aguilé.
Letra Original:
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Es
una lata el trabajar,
todos los días te tienes que levantar Aparte de esto gracias a Dios la vida pasa felizmente si hay amor
Mi
madre llora en el corral,
sus tres gallinas se han debido de escapar. Aparte de esto gracias a Dios la vida pasa felizmente si hay amor.
Tengo
una novia de lo mejor,
con mis ahorros se me ha ido a Nueva York, Aparte de esto gracias a Dios
la
vida pasa felizmente si hay amor.
Tengo
una cara fenomenal
como la envidian cuando llega el Carnaval, Aparte de esto gracias a Dios la vida pasa felizmente si hay amor.
Es
una lata el Trabajar,
todos los días te tienes que levantar, Aparte de esto gracias a Dios la vida pasa felizmente si hay amor Si hay amor Si hay amor Si hay amor
Si hay amor
Aparte
de esto gracias a Dios
la vida pasa felizmente si hay amor
Es
una lata el Trabajar,
todos los días te tienes que levantar, Aparte de esto gracias a Dios la vida pasa felizmente si hay amor |
Gran parte de los fracasados durante los años 60 y 70, echaron la culpa al franquismo de su propia mediocridad. Por esa razón tienen que achacar el éxito de otros de sus colegas a la política y el enchufismo, sin aceptar que eran mucho mejores. La envidia, que ha movido a la izquierda desde hace muchos años.
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