La
música es compañera de muchos de los mejores y peores momentos de nuestra vida.
Podemos adorar una deleznable tonadilla porque con ella se nos declaró el amor
de nuestra vida, acunamos a la niña de nuestros ojos (el daño que han hecho los
cuentacuentos a la psique de los padres es notable) o era la que silbaba
él/ella cuando volvía a casa, y por el contrario detestar una canción
maravillosa porque fue banda sonora de episodios de gran crueldad y
sufrimiento. Hoy os traemos una que si es de las que os traen buenos recuerdos
esperamos que os los haga revivir, y si es de los segundos os pedimos que la
deis una segunda oportunidad porque tal vez, al apreciar su belleza, podáis daros
la oportunidad de superar las malas vivencias del pasado.
Francisco “Pancho”
Céspedes es otro que iba para médico pero que decidió curar los corazones
con versos y melodía en vez de con Digoxina y Sintrón. Empezó a formar parte de
varias bandas cubanas mientras componía canciones. En 1993 Luís Miguel le pide que
colabore con él admirado por la fusión de bolero y jazz que el cubano practicaba. Con
semejante padrino decide apostar por su carrera en solitario y en 1997 lanza su
disco Vida Loca, con este sencillo
homónimo como bandera, que se convertirá en todo un bombazo en todos los países
de habla hispana con más de dos millones de unidades vendidas y premios a
tutiplén. Desde entonces sus discos tienen un notable recorrido en toda América
Latina y participa activamente en las traducciones que en México hace de las
películas musicales de animación como El Príncipe De
Egipto o Tiana
Y El Sapo.
La
letra nos habla de un amor que se encuentra separado en el espacio pero
presente en todo tiempo. Es la locura de algo que se siente con todo el alma
pero que el destino te niega alejándote de quien de tu corazón es dueño,
convirtiendo la vida en algo que no se entiende.
El
piano y el bajo se convierten en fieles compañeros de la voz profunda y
poderosa del cantante hasta que en el estribillo se les unen unos teclados
electrónicos.
©
Francisco
“Pancho” Céspedes y Warner.
Letra Original:
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Porque tú me
faltas
quiero darle al alma el consuelo que le falta porque el pensamiento no le gane al tiempo y sentirlo que me mata. Aunque estés adentro y este sentimiento se me antoje eterno esta lejanía duele cada día porque no te tengo no tengo tu boca no tengo tus ganas y por más que intento ya no entiendo nada. De esta vida loca, loca, loca con su loca realidad que se ha vuelto loca, loca, loca por buscar otro lugar pero le provoca este sufrimiento y no me abandona porque a mí me toca esta vida loca.
Aunque estés
adentro
y este sentimiento se me antoje eterno esta lejanía duele cada día porque no te tengo no tengo tu boca no tengo tus ganas y por más que intento ya no entiendo nada. De esta vida loca, loca, loca con su loca realidad que se ha vuelto loca, loca, loca por buscar otro lugar pero le provoca este sufrimiento y no me abandona porque a mí me toca esta vida loca
loca, loca como yo
esta vida loca,
loca, loca
porque tú me
faltas
yo extraño tu boca
y es que a mí me
toca
esta
vida loca
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Bello tema
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