Para
despedir este año y saludar al que viene vamos a dedicar esta semana a publicar
aquellas canciones que más nos han gustado de las editadas en los pasados doce
meses y que todavía no han aparecido en esta bitácora. Comenzamos por la que
más me impresionado tanto por la voz de la solista, como por la producción y la
temática, como es este tema de Lorde.
La
cantante neozelandesa de 17 años (anda que no es precoz la moza) comenzó su
carrera a los doce en un programa de cazatalentos. La Universal la ficha y
decide apostar por ella dándola el tiempo suficiente para que aprendiera a
componer con personal de la discográfica. En marzo de 2013 lanza un EP con Royals como sencillo de
lanzamiento y las listas nacionales la encumbran al número uno. La canción
comienza a distribuirse por los países anglosajones y en las listas
alternativas, convirtiéndose en un fenómeno viral en las redes. En septiembre
lanza su primer disco Pure
Heroine y la canción alcanza el número uno de las listas americanas en
octubre, siendo la más joven en conseguirlo en 26 años. El futuro que la espera
es de asustar dadas las cualidades como cantante y compositora que atesora.
La
letra nos confronta dos mundos, el que aparece en las canciones y las
televisiones de los “miembros de la realeza” de estos tiempos, con sus
ostentaciones escandalosas de consumo de productos de lujo, y su tren de vida
desenfrenado, frente a la vida normal de unos jóvenes que no están tan
mediatizados por el dinero si no que tan sólo quieren pasarlo bien. Y si la
dejas ser la Reina Abeja ella te dominará y te agradecerá que pueda vivir esa fantasía.
La
música arranca con un el ritmo del bombo de la batería y un ritmo de chasquidos
con los dedos que sirve de fondo para la voz profunda de la solista. Después
entran los coros femeninos que dan contrapunto agudo. Los teclados con sus
efectos se van sintiendo pero dejando primacía a la voz y a los pitos.
© Lorde y Universal.
Letra Original:
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Letra Traducida:
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I've never seen a
diamond in the flesh
I cut my teeth on
wedding rings in the movies
And I'm not proud of my address in the torn up town No post code envy But every song is like gold teeth Grey Goose, tripping in the bathroom Blood stains, ball gowns Trashing the hotel room We don't care We're driving Cadillacs in our dreams But everybody is like Cristal, Maybach
Diamonds on your
timepiece
Jet planes, islands, tigers on a gold leash
We don't care
We aren't caught up in your love affair And we'll never be royals It don't run in our blood That kind of "lux" just ain't for us
We crave a
different kind of buzz
Let me be your
ruler
You can call me Queen Bee And baby I'll rule -I'll rule- Let me live that fantasy My friends and I, we've cracked the code We count our dollars on the train to the party And everyone who knows us knows That we're fine with this We didn't come for the money But every song is like gold teeth Grey Goose, tripping in the bathroom Blood stains, ball gowns Trashing the hotel room We don't care We're driving Cadillacs in our dreams But everybody is like Cristal, Maybach
Diamonds on your
timepiece
Jet planes, islands, tigers on a gold leash
We don't care
We aren't caught up in your love affair And we'll never be royals It don't run in our blood That kind of lux just ain't for us
We crave a
different kind of buzz
Let me be your
ruler
You can call me Queen Bee And baby I'll rule -I'll rule- Let me live that fantasy We're bigger than we ever dreamed
And I'm in love
with being queen
Life is game without a care
We aren't caught up in your love affair
And we'll never be royals It don't run in our blood That kind of lux just ain't for us
We crave a
different kind of buzz
Let me be your
ruler
You can call me Queen Bee And baby I'll rule -I'll rule- Let me live that fantasy |
Nunca he visto un
diamante en carne y hueso,
he aprendido sobre anillos de boda en las películas y no estoy orgullosa de mi dirección en la ciudad destrozada,
nadie envidia (mi)
código postal .
Pero cada canción es como dientes de oro, vodka Grey Goose, “viajes” en el baño, manchas de sangre, vestidos de fiesta, destrozando la habitación del hotel. No nos importa. Conducimos Cadillacs en nuestros sueños, pero todo el mundo va de champagne Cristal, coches Maybach, diamantes en tu reloj, aviones privados, islas, tigres sujetos con una correa de oro. No nos importa, no nos pillan en tu aventura amorosa. Y nunca seremos miembros de la realeza, no corre por nuestra sangre, esa clase de lujo, simplemente, no es para nosotros, tenemos ansias de una clase diferente de estímulo. Déjame ser tu gobernante, puedes llamarme Reina Abeja , y cariño, yo mandaré -yo mandaré-, déjame vivir esa fantasía. Mis amigos y yo, hemos descifrado el código, contamos nuestros dólares en el tren a la fiesta, y todo el que nos conoce, sabe que por nosotros está bien, no vinimos por el dinero. Pero cada canción es como dientes de oro, vodka Grey Goose, “viajes” en el baño, manchas de sangre, vestidos de fiesta, destrozando la habitación del hotel. No nos importa. Conducimos Cadillacs en nuestros sueños, pero todo el mundo va de champagne Cristal, coches Maybach, diamantes en tu reloj, aviones privados, islas, tigres sujetos con una correa de oro. No nos importa, no nos pillan en tu aventura amorosa. Y nunca seremos miembros de la realeza, no corre por nuestra sangre, esa clase de lujo, simplemente, no es para nosotros, tenemos ansias de una clase diferente de estímulo. Déjame ser tu gobernante, puedes llamarme Reina Abeja, y cariño, yo mandaré -yo mandaré-, déjame vivir esa fantasía. Somos más grandes de lo que alguna vez soñamos, y estoy enamorada con ser una reina, sin ninguna preocupación la vida es un juego. No nos pillan en tu aventura amorosa. Y nunca seremos miembros de la realeza, no corre por nuestra sangre, esa clase de lujo, simplemente, no es para nosotros, tenemos ansias de una clase diferente de estímulo. Déjame ser tu gobernante, puedes llamarme Reina Abeja, y cariño, yo mandaré -yo mandaré-, déjame vivir esa fantasía. |
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