Cuando
estaba preparando esta entrada me planteaba el hecho de hacer otra aparte por
si resulta que esta noche no nos proclamamos, los españoles representados por
la selección nacional de fútbol, campeones de ese sacaperras para la FIFA que es la Copa Confederaciones.
Pero ahora me pongo a escribirla y, sin que se halla celebrado aun la
confrontación, me he propuesto publicarla de todas las formas, sea cual sea el
resultado, porque para mí estos muchachos son campeones ganen o pierdan, ya que
reflejan los valores que sé positivamente que necesitan tanto mi patria como el
mundo entero: por un lado hambre de ser los mejores, para que cada día que
pase, a base de mucho sacrificio y esfuerzo, sea un peldaño más hacia la
excelencia personal y profesional; por otro una brutal capacidad de análisis
que les permite reconocer sus fallos, sin escudarse en terceros o la fortuna, y
así poder luchar contra ellos y superarlos si es posible. Y por último la
humildad de que siendo todos estrellas, aceptar que esto es un juego donde hay
un jefe, Del Bosque, que
decide lo mejor para el grupo, y que si se te acerca a decirte – “¿nos puedes
ayudar de delantero centro?” a un centrocampista defensivo como Javi Martínez, tu
respuesta debe ser “lo que Vd. mande Mister”.
España
somos un país ciclotímico
en el que sólo podemos estar en estado exaltado o depresivo, pasando de la
euforia de creernos que somos otra vez los Tercios que
arrasaban Europa en tiempos de los Austrias a la desolación de
pensar que todo está perdido como en el Desastre del 98. Pero
el camino nos lo marcan muchos millones de compatriotas que se siguen
levantando todas las mañanas creyendo que con trabajo sí se puede, y seguro que
ellos son tan heroicos como estos chavales en pantalón corto, pero no les
vemos, o están demasiado camuflados con sus uniformes de policía o enfermero,
su mono de trabajo, su traje de oficina. Es entonces cuando se precisan
símbolos que les representen y con los que se identifiquen en capacidad de
esfuerzo y a los que quieran emular en dedicación. Es como ese Jorge Lorenzo que,
después de sólo 35 horas de ser operado de una triple rotura de clavícula, se
sube a una moto y se lanza a 300 km/h para quedar quinto, resultado que en
cualquier otro momento sería un fracaso pero que en esas circunstancias hace
todos le admiren. Pues seguro que hay miles de conciudadanos que dirán ¡qué tío!
y recordarán ese día que se incorporaron a su puesto de trabajo con luxaciones,
con esguinces, con dolores varios, o con 39º de fiebre porque había que hacerlo
porque eran autónomos o porque la empresa lo necesitaba, o esas madres que a
pesar de estar rotas de dolor pueden arrancar una sonrisa para su hij@ para que
piense que todo está bien, y es muy posible que nadie les aplaudiera entonces,
pero en su corazón sabían que era lo que tocaba hacer.
Y
la canción de Queen nos habla
de eso, de personas que lo primero que hacen es reconocer sus defectos, esas deudas
pagadas, esos errores cometidos, esa ración de mierda (con perdón) que se ha
tenido que tragar. Pero a pesar de todo no les han derrotado, siguen luchando
porque son campeones, porque el éxito y la fama que han conseguido lo han logrado
tras luchar duramente y saben lo que les ha costado y que no hay sitio para
perdedores.
La
música empieza con el piano interpretado por el propio Freddie y el bajo con John Deacon, mientras el
vocalista desarrolla su confesión con aire íntimo, para que en el séptimo verso
entre la guitarra de Brian May
y la batería de Roger
Taylor a desarrollar todo el sonido rockero de la banda británica y su
sello inconfundible de los coros realizados de forma perfecta.
Pd:
De lo que seguro que somos campeones es de baloncesto femenino de Europa, que grandes son en todos los sentidos.
Letra Original:
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Letra Traducida:
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I’ve paid my dues,
Time after time. I’ve done my sentence But committed no crime. And bad mistakes, I’ve made a few. I’ve had my share of sand Kicked in my face, But I’ve come through. We are the champions, my friends. And we’ll keep on fighting till the end. We are the champions. We are the champions. No time for losers. ’Cause we are the champions Of the world. I’ve taken my bows And my curtain calls. You brought me fame and fortune And everything that goes with it. I thank you all. But it’s been no bed of roses. No pleasure cruise. I consider it a challenge Before the whole human race. And I ain’t gonna lose. We are the champions, my friends. And we’ll keep on fighting till the end. We are the champions. We are the champions. No time for losers. ’Cause we are the champions Of the world. |
He pagado mis
cuotas,
una y otra vez. He cumplido mi sentencia pero no cometí ningún delito. Y grandes errores, cometí unos pocos. He tenido mi parte de arena arrojada en mi cara, pero he seguido adelante. Somos los campeones, mis amigos. Y seguiremos luchando hasta el final. Somos los campeones. Somos los campeones. No hay tiempo para perdedores. Porque somos los campeones del mundo. He salido a saludar al público y a recibir aplausos. Me trajeron fama y fortuna y todo lo que va con eso. Les agradezco a todos. Pero no ha sido un lecho de rosas. Ni un crucero de placer. Lo considero un desafío ante toda la humanidad. Y no voy a perder. Somos los campeones, mis amigos. Y seguiremos luchando hasta el final. Somos los campeones. Somos los campeones. No hay tiempo para perdedores. Porque somos los campeones del mundo. |
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