Hace
unos días esa brisa del sur que es nuestra María Luisa me sugirió si podíamos
crear una sección en la que englobásemos a todas esas canciones de las que nos
avergonzamos de que nos gusten, bien porque nos impactaron tanto que sometimos
a una tortura diaria a nuestras personas cercanas al ponerlas desde que
amanecía hasta que anochecía, o bien porque está tan alejada de nuestros gustos
y estilo de vida que desentona más que un esquimal en el desierto.
Pero
que sean culpables no quiere decir que sean malas, todo lo contrario, son
placeres con todas las de la ley. Es esa pastilla de chocolate que paladeamos
en medio de una dieta, es esa prenda de ropa que no debes pero que compras
porque ya es la sexta vez que pasas a probártela, es ese beso robado que sabe
mejor por ser prohibido. Y en nuestro caso es esa balada de Kiss que escuchas a escondidas,
ese hit de Britney
Spears que bramas en la ducha, o ese número uno de Bruno Mars que tu niña
soporta a la ida y a la vuelta del cole
Yo
de estas tengo un montón, pero sí que os pido que me hagáis sugerencias para
que, al ser comunal, el placer sea más general.
Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario