Asisto
enfadado a la destrucción como persona de Miguel Bosé (al que
hemos tenido en estas entradas) desde que comenzó la pandemia, el cuál sin duda ha dado munición
a sus detractores con declaraciones desafortunadas y desnortadas, pero que en
el fondo esconde la envidia de la mediocridad sobre la excelencia que es capaz
de denigrar a alguien por ese 1% de despreciable que tod@s tenemos (y la
mayoría muchísimo más) obviando todo lo que de maravilloso poseemos. A Camilo Sesto (al que hemos
tenido en estas entradas) se le convirtió en motivo de mofa por su escaso acierto con sus
operaciones estéticas, por sus declaraciones un poco marcianas, y por supuesto
se le acusó de facha cuando en realidad durante la Dictadura
fue de los artistas más transgresores y modernos. Todo ello hizo que sus
canciones no se radiaran y ser seguidor/a suyo fuera sinónimo de caspos@, pero
el tiempo está consiguiendo que sus temas se redescubran y nos muestren a uno
de los mejores cantantes y compositores del siglo pasado como nos demuestra la
entrada de hoy.
Nuestro
divo nace en Alcoy en 1946 y desde pequeño se sumergió en la tremenda tradición
musical que tiene el Levante español. Sus primero pasos en serio los da con los
grupos Los Botines y Los Dayson en 1965, pero cinco años después se lanza en
solitario con el sencillo Llegará El Verano, seguido de Buenas Noches, A Ti, Manuela, y el éxito
le llega en 1972 con Algo De Mí.
Cambia de compañía y empieza a ser una de las estrellas españolas del momento
llegando a las listas europeas tres años después con Melina. Es entonces cuando da una muestra de su valor y de su ojo
comercial cuando hace la adaptación al español de Jesucristo Superstar
(que hemos tenido en estas entradas) que será un éxito total, a pesar de la oposición de sectores
ultras, sobre todo con la brutal Getsemaní.
En 1977 lanza el álbum Rasgos que
arrasa con canciones como Si Tú Te Vas y Mi Buen Amor. La publicación un año
después de Sentimientos le convierte
en cantante más importante del momento con Vivir
Así Es Morir De Amor y El Amor De Mi Vida,
siendo este último el sencillo más vendido de la década. La década la cerrará
con uno de los duetos más célebres en español como es esta Callados con la cantante que le acompañó en esa parte de su carrera
la dominicana Ángela
Carrasco Los ochenta suponen una pérdida de popularidad en España, el
fracaso de su intento de salto al mercado anglosajón, y aunque mantendrá un
gran tirón en Hispanoamérica, se irá poco a poco retirando de los escenarios,
aunque no de su labor como compositor. Murió en 2019 con 72 años de un fallo
renal.
La
letra nos habla de una relación en la que Ella tiene que soportar los deslices
de Él pero que se mantiene porque el amor entre ambos es puro y saben que nunca
se fallarán.
La
canción arranca con suavidad con el piano y la sección de cuerda que da paso a la
bellísima voz de Ángela
Carrasco que es secundad por la aterciopelada de Camilo Sesto que
posteriormente derrochan toda la fuerza de sus voces en los estribillos con el
apoyo del resto de la orquesta.
© Camilo
Sesto y Ariola.
Letra original |
[Ángela Carrasco] Callada, aguardo tu llamada, espero en celo tu llegada, me abrazo fuerte la almohada me embriago de su perfume que huele a nuestras noches de amor. [Camilo Sesto] Callada, perdonas con ternura todas mis locuras y aunque sé que nada ignoras y que por mis errores lloras no soy capaz de cambiar. [Camilo Sesto y Ángela Carrasco] Y a pesar de todo, y a pesar de todo te sigo queriendo por tu sencillez, por tu timidez, por tu alma blanca, por tu buen amor, por tu gran valor porque sé que nunca me darás la espalda. Y a pesar de todo, y a pesar de todo te sigo queriendo por tu timidez, por tu sencillez, por tu alma blanca, por tu buen amor, por tu gran valor porque sé que nunca me darás la espalda, te quiero, te quiero te quiero, te quiero. Callados, más unidos que nunca, más que nunca libres, apartamos de la mente cualquier cosa que la gente diga de nosotros dos. Y a pesar de todo, y a pesar de todo te sigo queriendo por tu sencillez, por tu timidez, por tu alma blanca, por tu buen amor, por tu gran valor porque sé que nunca me darás la espalda. Y a pesar de todo, y a pesar de todo te sigo queriendo por tu sencillez, por tu timidez, por tu alma blanca, por tu buen amor, por tu gran valor porque sé que nunca me darás la espalda, te quiero, te quiero te quiero, te quiero. |
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