En
este 2020 el Premio
Princesa de Asturias de las Artes ha recaído en dos de los músicos más
importantes de los últimos sesenta años como son el difunto Ennio Morricone y John Williams,
que no sólo han hecho grandes obras que han llenado de magia películas míticas,
sino que además lo han hecho en muchas y de todo tipo de géneros. María me ha
presentado muestras de su arte y al final mi lado friki se ha decantado por
esta música que hace 43 años me abrió los ojos a unos mundos increíbles donde el
bien sufre pero al final gana si no deja de creer y luchar… ojalá aprendamos
para este en el que vivimos.
John Williams
nace en Nueva York (EE.UU.) en 1932. A los siete años comenzó sus estudios de
piano y después de trombón, trompeta y clarinete apoyado por su padres que era
percusionista profesional de jazz. En 1948 se muda a Los Ángeles estudiando en
la Universidad de California piano y composición. Tras servir en la Fuerza Aérea
de los Estados Unidos en 1955 vuelve a Nueva York trabajando como pianista de
jazz. Cinco años después regresa a Los Ángeles entrando casi de casualidad en
la industria del cine de la mano de Henry Mancini. Su primer
gran éxito en solitario será en 1972 con La
Aventura Del Poseidón, un año después de su primer premio Oscar por El
Violinista En El tejado. En 1974 entra en contacto con Steven Spielberg y un
año después le compone la tremenda música de Tiburón
que le consigue su segundo premio Oscar,
iniciando así una estrecha relación que continuará con casi todas sus
películas. En 1976 George
Lucas le ficha para Star
Wars y ganó su tercer premio Oscar con
esta Main Title de abanderada. Le
siguen Encuentros
En La Tercera Fase (1977), Superman
(1978) y El
Imperio Contraataca (1980) donde destaca la Marcha Imperial continuando con todos los episodios de la saga. En Busca Del Arca
Perdida (1981) y el resto de la franquicia, E.T., El
Extraterrestre (1982) su cuarto premio Oscar, Parque
Jurásico (1993), La lista de
Schindler (1994) su quinto premio Oscar, Salvar Al Soldado Ryan
(1998), y si hiciera falta algo más será el compositor de las adaptaciones
de Harry
Potter. Además ha compuesto los himnos de los Jugos Olímpicos de Los
Ángeles 1984, Seul
1988, Atlanta
1996 y Salt
Lake City 2002.
La
fanfarria de apertura de la sección de viento y de la percusión es sensacional
y el resto de la composición permite a la London
Symphony Orchestra soltarse la melena llenando de épica las notas.
©
John
Williams y 20th Century.
Siempre he pensado que si el cielo sonara de alguna forma, lo haría con este tema o con casi cualquiera del maestro John Williams, sin duda en mi humilde opinión, el mejor compositor de bandas sonoras de la historia del cine.
ResponderEliminarEste tema y la trilogía de bandas sonoras donde se encuadra, puedo decir sin temor a equivocarme que de alguna forma cambio mi concepto de la música e incluso de cine. Para mi la música de la sagrada trilogía de Star Wars es una obra maestra que he escuchado miles de veces (no exagero) y que me ha proporcionado grandes momentos.
Muchas gracias por este regalo, amigo Guillermo.
Un fuerte abrazo.
Que la fuerza te acompañe... siempre.
Hola amigo, sin duda él es el culpable de que muchas personas de nuestra generación entraran en la música orquestal y de ahí a la clásica, y sólo con eso ya estaría en el Olimpo de la música, pero además creo que su calidad como compositor hace que con el tiempo esté entre los Bach, Mozart, Vivaldi,...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y que la Fuerza te acompañe.