Hace
tiempo que no hemos publicado en este blog una canción en francés y
aprovechamos para traer a uno de los cantantes que a mediados del siglo pasado
llevó a la música gala a ser la de referencia en toda Europa frente a la
anglosajona o la italiana. Además desarrolló una carrera como actor de lo más
notable que le hizo notablemente popular y uno de los hombres más deseados del
momento.
Yves Montand, como tantos
de los “franceses” más conocidos, no nació en la Galia si no en este caso en
Italia en 1921. Su familia se muda a Marsella donde crece y ve como la familia
se arruina con la Gran
Depresión lo que le obliga a trabajar desde los diez años. Aun así consigue
asistir a clases de canto con lo que en 1938 empieza a participar en pequeños
papeles en los cabarets locales y con la llegada de la guerra tiene que
recorrer todo el país para encontrar trabajo. En 1944 recala en París y entra
en la compañía de Édith
Piaf (a la que hemos tenido en estas
entradas) que se enamora locamente de él e impulsa su carrera a pesar de que al
principio tanto las canciones como las películas en las que participa son un
fracaso. Esta, cansada de sus infidelidades (otros dicen que celosa de su
éxito), le da la patada y él reorienta su sonido hacia terrenos más jazzísticos
con temas tan conocidos como C'est si bon o esta
Les Feuilles Mortes
que le dan el reconocimiento mundial. Entra en su vida la gran actriz Simone Signoret con la
que se casa y que sabrá “perdonar” sus constantes amorío en base a un amor que
ambos declararán hasta sus muertes, siendo enterrados juntos. Empiezan sus
actuaciones en las que él aparece en solitario en el escenario y se convierte
en el estándar de interpretación del momento imitado por gente del nivel de Jacques Brel (al que hemos
tenido en estas
entradas) que le reconocerá como su inspiración. Tras una mítica actuación en
el Olympia en
1968, se vuelca en su carrera como actor y como cantante se quedará para
programas de TV y discos de estudio.
La
canción nos habla de forma melancólica de un amor que estuvo lleno de felicidad
y que se recuerda con cariño y con pesar porque terminara.
La
música empieza con unas notas de acordeón y trompeta sobre el que el cantante
frasea los versos para después se arranque con voz triste y sensual acompañado
del contrabajo realizando el interludio musical el saxo.
Página oficial
Letra Original:
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Letra Traducida:
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Oh,
je voudais tant que tu te souviennes
Des jours heureux où nous étions amis En ce temps-là la vie était plus belle Et le soleil plus brûlant qu'aujourd'hui.
Les
feuilles mortes se ramassent à la pelle
Tu vois, je n'ai pas oublié Les feuilles mortes se ramassent à la pelle Les souvenirs et les regrets aussi.
Et
le vent du Nord les emporte,
Dans la nuit froide de l'oubli. Tu vois je n'ai pas oublié, La chanson que tu me chantais.
C'est
une chanson qui nous ressemble,
Toi tu m'aimais, moi je t'aimais Et nous vivions, tous deux ensemble, Toi qui m'aimais, moi qui t'aimais.
Mais
la vie sépare ceux qui s'aiment,
Tout doucement, sans faire de bruit Et la mer efface sur le sable Les pas des amants désunis.
C'est
une chanson qui nous ressemble,
Toi tu m'aimais et je t'aimais Et nous vivions tous deux ensemble, Toi qui m'aimais, moi qui t'aimais.
Mais
la vie sépare ceux qui s'aiment,
Tout doucement, sans faire de bruit Et la mer efface sur le sable Les pas des amants désunis |
Oh,
quisiera tanto que tú te acordaras
de
los días felices en que éramos amigos
en
aquel tiempo la vida era más bella
y
el sol más ardiente que hoy
Las
hojas muertas se recogen a paladas
tú
ves, yo no he olvidado
Las
hojas muertas se recogen a paladas
los
recuerdos y los pesares también
Y
el viento del norte los traslada
hacia
la noche fría del olvido
tú
ves, yo no he olvidado
la
canción que tú me cantabas.
Es una canción que se nos parece
tú, tú me amabas y yo te amaba
y nosotros vivíamos juntos
tú que me amabas, yo que te amaba
Pero la vida separa a los que se aman
muy suavemente, sin hacer ruido
y el mar borra sobre la arena
los pasos de los amantes separados.
Es una canción que se nos parece
tú, tú me amabas y yo te amaba
y nosotros vivíamos juntos
tú que me amabas, yo que te amaba
Pero la vida separa a los que se aman
muy suavemente, sin hacer ruido
y el mar borra sobre la arena
los pasos de los amantes separados.
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