La
guía que seguimos todos los lunes, que es el libro Jinetes
En La Tormenta de Diego A. Manrique,
me va a permitir resarcir la injusticia que aún le sigo haciendo a uno de los
mejores letristas en español de todos los tiempos como fue Antonio Vega. En los
noventa mi gran amigo Félix Ruíz trató de hacerme entrar en razón para que
apreciara toda la carga lírica y emotiva que destilaban sus canciones, que las
hacían estar muy por encima de casi todo lo que se editaba en esos años, pero
para mí su decrepitud física, su adicción a la droga sin ocultación alguna, me
producía una repulsa total al ver desperdiciar la vida a alguien con tales
dones. Mas el tiempo te enseña que hay que juzgar menos y aprovechar más los
regalos que se presentan en tu camino como la canción de hoy.
Él y
su primo Nacho
García Vega decidieron fundar una banda en 1978 a la que llamaron Nacha Pop (a los que hemos
tenido en esta
entrada). Sus discos tendrían dos estilos que les permitieron atesorar una
nutrida legión de fans, el primero realizaría los sencillos más intimistas y el
segundo los más rítmicos y alegres. Fueron diez años de pocas ventas pero críticas
inmejorables, que cierran con un doble LP en directo grabado en Madrid que
tendrá por fin el favor del público. Ya por entonces Antonio Vega estaba
completamente enganchado a la heroína y su declive físico es muy evidente. En
varias ocasiones se someterá a tratamientos de rehabilitación que terminan
fracasando. Y de esa vida de ilusiones, recaídas, sueños, astronomía irán
naciendo canciones que hay que escuchar con el corazón abierto de par en par
porque es la verdad de una persona que sufre y que al mismo tiempo entiende que
vivir es convivir con lo que nos hace grandes y con lo que nos degrada. Siempre
sintió que vivía un tiempo prestado y la muerte de su novia Marga se lo
confirma, así que en sus últimos años exprimió al máximo sus escasas fuerzas
participando en proyectos que le hicieran renacer la ilusión. Sus frecuentes
neumonías y la debilidad añadida de un cáncer de pulmón le llevaron a la muerte
en 2009 con 51 años.
Él
explicó que esta canción salió prácticamente sola una tarde en Ibiza, que los
versos y la melodía nacieron en su forma casi definitiva en menos de media hora.
En ellos se habla al mismo tiempo de un lugar de la niñez y del cuerpo de su
amante, espacios ambos en los que se siente protegido y amado, donde hay a
veces locura pero donde siempre podrá hallar la cordura.
La
música nace de unas notas melancólicas de guitarra que servirán de base en la
que la voz agónica y bella del cantante nos abren las puertas a ese paraíso que
es el sitio de nuestro recreo.
Página Oficial
© Antonio Vega, y Pasión Cia
Discográfica.
Letra Original:
|
Donde
nos llevó la imaginación,
donde con los ojos cerrados se divisan infinitos campos.
Donde
se creó la primera luz
junto a la semilla de cielo azul volveré a ese lugar donde nací. De sol, espiga y deseo canto y risa
voy
del miedo.
Viento que a su murmullo parece hablar mueve el mundo y con gracia le ves bailar y con él, el escenario de mi hogar. Mar, bandeja de plata, mar infernal es su temperamento natural, poco o nada cuesta ser uno más. De sol, espiga y deseo
son
sus manos en mi pelo.
De
nieve huracán y abismos
el
sitio de mi recreo.
Silencio,
brisa y cordura
dan aliento a mi locura. Hay nieve, hay fuego, hay deseos, allí donde me recreo. |
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