Si a
los italianos les preguntamos qué canción representa para ellos el verano
seguro que esta que os traigo hoy aquí gana por goleada. No es sólo que esté
interpretada por el mayor de sus divos (al que ya hemos tenido en el blog en esta
entrada), ni que sea una mezcla de la canzone napoletana
con elementos pop más modernos, si no que refleja al mismo tiempo los sueños y
las realidades de esos cálidos días del verano mediterráneo.
Adriano Celentano (al que hemos tenido en estas entradas) representa para mí lo mejor de la personalidad italiana, que siempre ha estado
abierta a las influencias que provienen de allende de sus fronteras pero con el
ánimo de adaptarlas a su manera de entender y de vivir para intentar hacer una
versión que case con una cultura propia y plena. Así cuando el rock, el blues o
el pop llegan a sus manos él les da una vuelta más, le pone un poco de pimienta
aquí y ajo allá, y lo convierte en un plato que todos terminarán creyendo que
es originario del país de la bota (la pizza es griega, la pasta china y el calcio inglés).
El músico milanés comenzará con versiones de clásicos de Ben E. King o Fred F. Sears pero
rápidamente se decanta por sus propias canciones en las que mezclará el humor
con el amor, lo ligero con la denuncia social, los sueños con la cruda
realidad. Su carrera lleva recorridos ya cincuenta años con incursiones en el
cine, el teatro y la televisión y se estima que ha vendido más de 150 millones
de discos.
Azurro nos narra los pensamientos del cantante una tarde de verano mientras su amor se
encuentra en la playa. Mientras evoca otras imágenes del estío en su vida, en
las cuales el aburrimiento y el calor son lo más resaltable, se da cuenta de
que lo único que quiere es coger ese tren que le reúna con su amada, que es lo
único que tiene (y desea) en la vida, pero se lamenta que sus pensamientos no
puedan casar con sus actos. La canción es un poco triste pero lo canta con una
carga de ironía que nos hace ver que lo que quiere decir es que hay que dejarse
de tonterías y actuar según lo que el corazón quiere y no lo que el cerebro
(cobarde) ordena.
La
música arranca con los trombones de varas a todo trapo con un ritmo que hará a
esta canción inconfundible con el resto y son secundados por toda la orquesta,
con la sección de viento cerrando las estrofas. En los estribillos entran los
coros para secundar al vocalista que en la grabación estaba acatarrado y por
eso tiene esa voz tan nasal.
© Paolo Conte y Clan
Celentano.
Traducción
sacada a medias de http://www.italetras.com y de http://blogs.elcorreo.com/musica-callada/
Letra Original:
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Letra Traducida:
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Cerco l'estate tutto l'anno
e all'improvviso eccola qua. Lei è partita per le spiagge e sono solo quassù in città, sento fischiare sopra i tetti un aeroplano che se ne va. Azzurro, il pomeriggio è troppo azzurro e lungo per me. Mi accorgo di non avere più risorse senza di te, e allora io quasi quasi prendo il treno e vengo, vengo da te, ma il treno dei desideri nei miei pensieri all'incontrario va.
Sembra quand'ero all'oratorio,
con tanto sole, tanti anni fa. Quelle domeniche da solo in un cortile, a passeggiar... ora mi annoio più di allora, neanche un prete per chiacchierar... Azzurro, il pomeriggio è troppo azzurro e lungo per me. Mi accorgo di non avere più risorse senza di te, e allora io quasi quasi prendo il treno e vengo, vengo da te, ma il treno dei desideri nei miei pensieri all'incontrario va.
Cerco un po' d'Africa in giardino,
tra l'oleandro e il baobab,
come facevo da bambino, ma qui c'è gente, non si può più, stanno innaffiando le tue rose, non c'è il leone, chissà dov'è... Azzurro, il pomeriggio è troppo azzurro e lungo per me. Mi accorgo di non avere più risorse senza di te, e allora io quasi quasi prendo il treno e vengo, vengo da te, ma il treno dei desideri nei miei pensieri all'incontrario va. |
Esopero el verano todo el año
y de repente ya está aquí Ella se ha marchado a la playa y estoy solo aquí en la ciudad, oigo silbar sobre los tejados un avión que se va. Azul, la tarde es demasiado azul y larga para mí. Me doy cuenta de no tener remedio sin ti y entonces casi casi cojo el tren y voy, voy a buscarte, pero el tren de los deseos en mis pensamientos va en el sentido opuesto. Parece cuando estaba en el seminario, con mucho sol, hace muchos años Esos domingo yo solo en un patio, paseando… Ahora me aburro más que entonces, ni siquiera un cura para charlar… Azul, la tarde es demasiado azul y larga para mí. Me doy cuenta de no tener remedio sin ti y entonces casi casi cojo el tren y voy, voy a buscarte, pero el tren de los deseos en mis pensamientos va en el sentido opuesto. Busco un poco de África en el jardín entre la adelfa y el baobab, como hacía cuando era niño pero aquí hay gente, ya no se puede, están regando tus rosas, no está el león, quién sabe dónde está... Azul, la tarde es demasiado azul y larga para mí. Me doy cuenta de no tener remedio sin ti y entonces casi casi cojo el tren y voy, voy a buscarte, pero el tren de los deseos en mis pensamientos va en el sentido opuesto. |
Hermosa la canción, que me trae recuerdos de mis 20 años y mi primer viaje a Italia. Y muy interesantes tu análisis y tus comentarios. La traducción de la letra es la mejor que he encontrado en la red. ¡Gracias desde Buenos Aires!
ResponderEliminarMaravillosa ,canción,y cada vez me arrastra más allá de Sicilia.Gracias.
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