No sé
si es sabido por los seguidores del blog que nuestra Pi es feminista convencida y
propagandista elocuente de todo lo bueno que la feminidad tiene. Sus argumentos
son tan convincentes que no tiene porqué caer en la visceralidad de otras que
lo único que quieren es hacer con los hombres es lo mismo que el machismo hizo
con las mujeres. Nuestra Braveheart
de la Meseta es pues digna heredera de varias generaciones de luchadores por la
igualdad de derechos entre ambos sexos y es normal que una de sus heroínas sea Evangelina Sobredo
Galanes, más conocida por Cecilia.
La
España de principio de los setenta era una mezcla de tradicionalismo
institucional y aperturismo social que depararía ese milagro que fue la Transición,
y uno de los campos de batalla fue la equiparación de derechos de la mujer en
la que hubo figuras destacadas a las que puso banda sonora esta cantautora
madrileña, que gracias a que su padre era un militar destinado en el extranjero
conoció otras formas de vivir que quería que se implantasen en su país. Una vez
asentada en Madrid compondrá numerosas canciones en las que llamará al “sexo
débil” a luchar por ellas y sus hijas, en las que denunciará injusticias y
marginación, y en las que defenderá un amor basado en ser pareja y no marido y
esclava. En 1976, en el cénit de su carrera, su coche se estrella contra un
carro de bueyes en Zamora y muere en el acto con tan sólo 27 años.
Amor
de Medianoche fue compuesta por Juan Carlos
Calderón para el Festival
de la OTI de 1975 y RTVE
decidió que la representante de ese año fuera Cecilia, pero esta
sólo aceptó si podía cambiar por completo la letra para convertirla en una de
las canciones más bellas que hablan de la separación como una liberación. Ella
se siente como un objeto, bello pero sin opinión, amado pero no respetado, y
una noche decide que se va, que va abrir la puerta y va a gritar en libertad.
No quiere nada más que eso, le deja sus recuerdos de esa vida que nunca fue en
común ni cercana, ya que siempre estuvieron separados. Tremenda y demoledora.
La
música es del maestro santanderino y sigue su estilo clásico. Comienza con la
sección de viento y un piano da paso a la vocalista. En la segunda estrofa
entra una batería un poco desganada y en la tercera los coros, el bajo y la
sección de viento.
Letra Original:
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Me has mirado como quien mira el mar
como un lujo que debes conservar,
yo no quiero ser tu sombra en un rincón, la muñeca que no tiene opinión Has comprado el silencio de mi voz con amor que al fin no es más que amor, yo no soy la marioneta de cartón, el juguete que baila en tu guiñol Adiós amor de medianoche, hoy mi voz quiere gritar, abre tu puerta y déjame volar, volar en libertad Quiero romper mis viejos lazos, quiero ser mía y nada más, quiero dejar lo que me has dado y no mirar atrás Te regalo las horas que viví entre cuatro paredes junto a ti, quédate con mis recuerdos, yo me voy aún más lejos pues ya lejos estoy Adiós amor de medianoche, hoy mi voz quiere gritar, abre tu puerta y déjame volar, volar en libertad |
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