Uno, cuando se encuentra en la tesitura de nominar a un vástago, tiene varias vías
para elegir cómo quiere que se llame su hij@. Una de las más comunes es
recurrir a la tradición familiar así se dan casos como en el mío en el que tres
Guillermos coincidimos en el mismo tiempo. Otro es apostar en personajes célebres
con la esperanza de que sean iconos a seguir en la vida que ahora comienza. Mas
hoy me quiero centrar en lo que se denomina en España el Efecto Noelia, como es
el de que una canción o poema inspire a los progenitores a que su niñ@ tenga su
banda sonora propia. Hoy traigo un cantante que consiguió que dos nombres
olvidados se convirtieran en apuestas de esperanza para muchos padres como son
Penélope y Lucía.
Ya
hemos traído al cantante catalán en otra
entrada pero en su vertiente más de adaptador de otros poetas caídos en
desgracia por la Dictadura o simplemente olvidados. En esta ocasión le tenemos
como lo que es, uno de los mejores letristas españoles de los últimos cincuenta
años, capaz de sintetizar en versos sentimientos que los demás necesitaríamos
una enciclopedia. Esta canción forma parte del disco más conocido y que le
consagra como figura mundial como es Mediterráneo,
en el cual hay temas míticos como el homólogo al disco, Aquellas Pequeñas
Cosas, La Mujer Que Yo Quiero,…
Joan Manuel Serrat nos
habla de la mujer como la causante de los mayores sentimientos que podamos
tener, como el motor de que las vidas cambien con sólo conocerla. Es una
canción que nos narra un amor que ya no les une pero que para nada pasó, ya que
gracias a él el cantante descubrió que la vida era bella. Que si una mujer le dio
la existencia al dar a luz, otra le hizo ver que estaba vivo con un te quiero.
Y por supuesto se ve lo mucho que duele el que ya no están juntos, pero él ha
decidido que esos no sean los recuerdos que atesore su corazón, no, él prefiere
que su memoria guarde esos instantes en los que él se sintió bello y bueno, en
los que sabía todo lo que necesitaba conocer. Está solo en una cama pero no en
el alma porque sigue buscando ese amor que se fue, caminando por la playa en la
noche, mandando cartas a un buzón que no recibe, o sí.
La
música empieza con el piano secundado primero por un chelo magnífico y el
xilofón. Después entra la orquesta que se hará presente en la tercera estrofa,
destacando el bajo y toda la sección de cuerda.
© Joan Manuel Serrat y
Zafiro.
Letra Original:
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Vuela
esta canción
para ti, Lucía, la más bella historia de amor que tuve y tendré. Es una carta de amor que se lleva el viento pintado en mi voz a ninguna parte a ningún buzón. No hay nada más bello que lo que nunca he tenido. Nada más amado que lo que perdí. Perdóname si hoy busco en la arena una luna llena que arañaba el mar... Si alguna vez fui un ave de paso, lo olvidé pa' anidar en tus brazos. Si alguna vez fui bello y fui bueno, fue enredado en tu cuello y tus senos. Si alguna vez fui sabio en amores, lo aprendí de tus labios cantores. Si alguna vez amé, si algún día después de amar, amé, fue por tu amor, Lucía, Lucía... Tus recuerdos son cada día más dulces, el olvido sólo se llevó la mitad, y tu sombra aún se acuesta en mi cama con la oscuridad, entre mi almohada y mi soledad. |
Himno al amor
ResponderEliminarEs que hay muchas Lucías que se lo merecen aunque no lleven ese nombre en el DNI.
EliminarEspero que nos sigas acompañando en el blog.
Guillermo te encuentro toda la razón. Que canción más hermosa. Y yo me llamo Carolina ( Chile ). Saludos.
EliminarMuchas gracias por tus palabras y totalmente de acuerdo en que es una gran canción. Por supuesto que Lucía, Carolina, María, Pilar son distintas formas de nombrar a la mujer de la canción.
EliminarDeseo que te sigan gustando las canciones que publiquemos
"El prefiere guardar esos instantes en que se sintió bello y bueno."
EliminarCuánta razón!
Qué hermosa e inolvidable canción!
Y un análisis tan cierto de ella.
Gracias por ello.