Ayer
fue la Fiesta
Nacional De España con motivo del día de la Virgen Del Pilar, y
lo quiero celebrar con una canción del gran poeta Miguel Hernández
que ensalza una de esas riquezas que poseemos y que no sabemos darle
importancia como es el olivar que puebla buena parte de la Península Ibérica.
Ya hay noticias de su relevancia y extensión en la época tartésica a través de
las crónicas fenicias, y después será mimado por romanos, visigodos,
andalusíes, y por último por los reinos cristianos nacidos de la Reconquista. Y
si pensáis que eso no nos define, sólo hay que ver lo muermos de los pueblos europeos
que cocinan con mantequilla y la alegría de vivir que tenemos los que
despertamos las esencias de cualquier alimento con un chorrito de aceite de
oliva. Para mí ser español es un motivo de un gran orgullo, pero hasta quien
reniega de la bandera y demás elementos nacionales, si le quitas el fruto del
olivo es posible que la furia española brote de su alma, je, je.
Jarcha (a los que hemos
tenido en estas entradas) es una banda de Huelva fundada en 1972 Maribel Martín, Lola Bon,
Antonio Ángel Ligero, Ángel
Corpa, Crisanto Martín, Gabriel Travé y Rafael Castizo dentro del amplio
movimiento folk del momento,
con el ánimo de reencontrar la música autóctona del lugar. Pero también eran
hijos de un periodo en el que el cambio político y social del país era
evidente, y también musicalizarán poemas de poetas olvidados y/o prohibidos como
a Miguel Hernández
con Paco Ibáñez
(al que hemos tenido en estas entradas) en esta Andaluces
De Jaén y otros propios. Una de estas últimas será Libertad Sin
Ira utilizada dentro de la campaña de lanzamiento de un periódico, Diario 16, y la prohibición
inicial a emitirla la convertirá en un himno del momento. El éxito fue tremendo
y abrumador, y ellos prefirieron volver a sus orígenes y desde entonces siguen
profundizando en recatar el folklore en sus conciertos en los que nunca falta
esta canción.
La
letra nos habla de esa España que ha pervivido en la historia como los olivos,
sin importarle quienes la habitaran mientas mantuvieran firmes sus raíces y
claras sus aguas.
La
música arranca con las guitarras españolas llenando de fuerza y sentimiento las
notas para presentarnos la voz del solista, mientras el resto del grupo se les
une en los coros.
© Miguel Hernández,
Paco Ibáñez y
Pablo Herrero 
| Letra original | 
| Andaluces de Jaén,  aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quién, quién levantó los olivos? Andaluces de Jaén. No los levantó la nada, ni el dinero ni el señor, sino la tierra callada el trabajo y el sudor. Unidos al agua pura y a los planetas unidos, los tres dieron la hermosura de los troncos retorcidos. Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quién, quién levantó los olivos? Andaluces de Jaén. ¡Cuántos siglos de aceituna, los pies y las manos presos, sol a sol y luna a luna pesan sobre vuestros huesos! Jaén levántate, brava, sobre tus piedras lunares, no vayas a ser esclava con todos tus olivares. Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, pregunta mi alma: ¿de quién, de quién son estos olivos? Aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quién, quién levantó los olivos? Andaluces de Jaén. Aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quién, quién levantó los olivos? Andaluces de Jaén. Aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quién, quién levantó los olivos? Andaluces de Jaén.  | 

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