Hoy
es 23 de Abril el día de
la Comunidad de Castilla y León y quiero celebrarlo con una canción que
representa mucho de lo que somos y sobre todo en el lugar donde se interpreta.
El Pico Murcia, que
está situado en la frontera entre Cantabria y Castilla, es una de las zonas
agrestes y bellísimas donde el castellano creció entre pastores y labriegos que
arrancaban de la tierra dura y despiadada su sustento. Son esas gentes las que lucharon
para extender su forma de vida primero hasta el Mediterráneo, donde siglos más
tarde nacería ese poeta extraordinario y desafortunado como fue Miguel Hernández,
y después más allá de los océanos desde América a Filipinas, creando una “patria
cultural” de más de quinientos millones de almas. Eso es lo que hoy celebro y
espero que me acompañéis en esta forma de entender la fiesta..
El
Naán (a los que hemos tenido en estas entradas)
surge en Tabanera de Cerrato (Palencia) en 2009 con César Díez, María Alba,
Adal Pumarabín, Javier Mediavilla, Carlos Herrero, Héctor Castrillejo, y César
Tejero en unas reuniones en las que la música y el video-arte eran su centro
sin desdeñar el teatro, el performance y las artes plásticas. Según sus propias
palabras “El Naán es una propuesta para renovar la música de raíz castellana e
ibérica del uso de esa estética "mesetaria" para una creación
contemporánea”. Desde un principio en sus actuaciones unirán letras propias con
la tradición popular castellana y empezarán a tener gran acogida primero en
Palencia y después por el resto de la comunidad autónoma. Se autoeditan su
primer disco, De Babel A Ítaca de
2012, y con él empiezan a actuar por el resto de España con gran acogida lo que
les consigue sacar dos años más tarde Código
de Barros que será distribuido a nivel internacional y actuar por
Iberoamérica y África. En este 2018 lanzan La
Danza De Las Semillas con el que consiguen consolidar su éxito, continuando
tres años después con Germinal donde encontramos esta minimalista El Silbo
Del Dale basado en el poema de Miguel Hernández.
Han colaborado con Vetusta
Morla (a los que hemos tenido en estas entradas) y Juan Perro [Santiago Auserón
de Radio Futura (a los
que hemos tenido en estas entradas)]
La
letra contrapone los elementos a hombre y sus obras con una belleza sin igual.
La
canción es minimalismo puro, una flauta de ala de buitre., unas lascas de
piedra como tajoletas (castañuelas) y la voz clara que declama los versos.
©
Carlos Herrero, Miguel
Hernández y ARC Music.
Letra original |
Dale al aspa, molino, hasta nevar el trigo. Dale a la piedra, agua, hasta ponerla mansa. Dale al molino, aire, hasta lo inacabable. Dale al aire, cabrero, hasta que silbe tierno. Dale al cabrero, monte, hasta dejarle inmóvil. Dale al monte, lucero, hasta que se haga cielo. Dale, Dios, a mi alma hasta perfeccionarla. Dale que dale, dale molino, piedra, aire, cabrero, monte, astro, dale que dale largo. Dale que dale, Dios, ¡Ay! Hasta la perfección. |
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