“Los cobardes
mueren muchas veces antes de su muerte. Los valientes prueban la muerte sólo
una vez”
le hace decir William
Shakespeare a Julio
César, y en estos días con la guerra
en Ucrania nos damos cuenta de que era cierto antes y lo es ahora. La
libertad, junto el amor, la familia y media docena de cosas más, es lo que de
verdad hace que una vida sea plena y debería ser una condición innegociable
para cualquier persona, pero en España much@s hemos crecido con ella y la hemos
dado por supuesta, y demasiad@s ni siquiera la valoran y hasta la desprecian.
Pues ahora hay millones de europeos (como en el verano pasado millones de
afganos, y la lista de otros países es dolorosamente enorme) que han visto cómo
en cuestión de horas un sistema homologable al que tenemos van camino de vivir
en una dictadura sin que tengan el mínimo consuelo de que no sólo se les vaya a
ayudar de forma seria, si no de que en un par de semanas su desgracia tenga la
más mínima repercusión en nuestras inquietudes porque estas volverán a la
mediocridad política, la crisis económica, la casquería del Sálvame
y el fútbol. Es una vergüenza, tal y como dice la canción que hoy os traemos,
que una tirada de dados de un ególatra ponga en jaque el destino de muchos,
pero mucho mayor que el resto no tenga el valor de pararle los pies. Las redes
sociales se llenan de mensajes de “No A La Guerra”, que me parecen bien, pero
debían tener una segunda frase que dijera “pero sí a la defensa” para que
nuestros dirigentes entendieran que sí que estamos dispuestos a los sacrificios
que sean necesarios con tal de que en un futuro a nadie jamás se le ocurra
poner en peligro nuestra forma de vida basada en la democracia.
Mark Hollis había sido el líder de una banda llamada The Reaction pero tras disolverla entra en contacto con el teclista Simon Brenner, el bajista Paul Webb y el baterista Lee Harris para crear en 1981 Talk Talk (a los que hemos tenido en estas entradas) que en un principio es encuadrada en el synth pop por su uso de los sintetizadores, aunque sus letras existencialistas y sus melodías minimalistas estaban alejadas de este movimiento. Su primer disco lo publican un año después con el título The Party's Over y en el encontramos Talk Talk que será número uno en Sudáfrica pero no llegará al Top20 británico, y marca una de las curiosidades de la banda, que será su éxito sobretodo en Europa y su escasa repercusión en las Islas. En 1983 lanzan su segundo LP, It´s My Life, que con It´s My Life llegarán al número uno en las listas de baile americanas y esta Such A Shame será un bombazo en las europeas, pero volverá a fallar en las inglesas. Dos años después cambian su estilo al art rock en The Color Of Spring y por consiguen algo de reconocimiento en el Reino Unido merced a Life's What You Make It que algunos citan como una de las precursoras del britpop. Tras su éxito consiguen total libertad para su siguiente trabajo y se encierran en una iglesia abandonada sin nadie de la compañía y cuando les presentan Spirit Of Eden que será considerado una obra de arte por la crítica pero que no será aceptado por el gran público al contar con canciones largas y de corte jazzístico, terminando la discográfica y la banda en los tribunales. Cambian a Polydor para grabar en 1991 Laughing Stock donde la experimentación y la improvisación se desatan y el disco vuelve a ser aclamado por críticos y vendido aún menos, por lo que los que quedaban del grupo inicial, Mark Hollis y Lee Harris, deciden disolver la banda y empezar sus carreras en solitario.
La
letra nos habla la vergüenza de ver como su vida está dominada por el juego de
los dados.
La
música arranca con un ritmo de teclados que da paso al recitado nasal del
cantante que da paso a la guitarra, el bajo y la batería, que es apoyado por
los coros para romper con rabia en los estribillos.
© Mark Hollis, Tim
Friese-Greene y EMI.
Letra original |
Such a shame to believe in escape A life on every face And that's a change 'Til I'm finally left with an eight Tell me to relax, I just stare Maybe I don't know if I should change A feeling that we share It's a shame (Such a shame) Number me with rage, it's a shame (Such a shame) Number me in haste (such a shame) This eagerness to change It's a shame The dice decide my fate And that's a shame In these trembling hands My faith tells me to react, I don't care Maybe it's unkind that I should change A feeling that we share It's a shame (Such a shame) Number me with rage, it's a shame (Such a shame) Number me in haste (such a shame) This eagerness to change Such a shame Tell me to relax, I just stare Maybe I don't know if I should change A feeling that we share It's a shame (Such a shame) Number me with rage, it's a shame (Such a shame) Number me in haste, it's a shame (Such a shame) Write it across my name, it's a shame (Such a shame) Number me in haste (Such a shame) This eagerness to change Such a shame |
Letra traducida |
Es una vergüenza creer en la huida una vida en cada cara Y eso es un cambio hasta que finalmente me quede con un ocho Dime que me modere, yo sólo miro fijamente Tal vez no sé si debo cambiar un sentimiento que compartimos es una vergüenza (Es una vergüenza) Me numeran con rabia, es una vergüenza (Es una vergüenza) Numéreme con prisa (es una vergüenza) Este ansia de cambio es una vergüenza Los dados deciden mi destino y es una vergüenza en estas manos temblorosas Mi fe me dice que reaccione, no me importa Tal vez es poco amable que debo cambiar un sentimiento que compartimos es una vergüenza (Es una vergüenza) Me numeran con rabia, es una vergüenza (Es una vergüenza) Numéreme con prisa (tal vergüenza) Este ansia de cambio es una vergüenza Dime que me modere, sólo miro fijamente Tal vez no sé si debo cambiar un sentimiento que compartimos es una vergüenza (Es una vergüenza) Me numeran con rabia, es una vergüenza (Es una vergüenza) Numéreme con prisa, es una vergüenza (Es una vergüenza) Escríbelo por de mi nombre, es una vergüenza (Es una vergüenza) Numéreme a toda prisa (Es una vergüenza) Este ansia de cambio Es una vergüenza |
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