Tenedlo
claro, un blog como el nuestro que está a punto de cumplir los tres años con
más de 750 canciones reseñadas sólo es posible por el apoyo y el auxilio de una
serie de personas que nos ayudan y alientan. Uno de los primeros fue Doctor
Hazo que desde Jaén no ha dejado de mostrarnos su aprecio y de sugerirnos temas
para hacer las entradas llenas de calidad y oportunidad. La de hoy ha estado
varias veces a punto de ser elegido pero hemos de reconocer que la habíamos relegado
de forma injusta, por lo que cuando nos la ha recordado nuestro gran amigo en
el hilo
de peticiones, no hemos podido por menos de confirmar por enésima vez que
este blog es tan suyo como nuestro.
Un
grupo de quinceañeros se reunían en un local de ensayo para aprender música y
en 1986 deciden que quieren formar un grupo al que llaman Los Lunes. Su
influencia es la rama más castiza de la Movida como Gabinete Caligari, Los Secretos (a los que
hemos tenido en esta
y esta
entradas) o Nacha Pop (a
los que hemos tenido en esta
y esta
entradas). Tras enviar maquetas a las discográficas recalan en Tábata donde
contarán con la producción de dos monstruos de la música nacional como Alejo Stivel y Nacho Cano con los que en
1991 lanzan su primer disco titulado Los
Lunes. Alcanzarán gran éxito en las listas con la canción Los Años Que Nos
Quedan Por Vivir. Tres años después graban El Segundo que contará con esta Una
Canción de Despedida como sencillo de lanzamiento y que será muy radiada.
Desgraciadamente el que fueran reconocidos por crítica o público no significó
que tuviesen ventas satisfactorias, y eso provoca disensiones internas que
desembocan en que se queden en dúo y que se cambien el nombre por Los Lunes Que Quedan.
Fichan por Dro y en 1999 que no alcanza los objetivos marcados por lo que un
año más tarde lanzan un “grandes éxitos” y se disuelven.
La
letra nos habla de la ruptura de una relación, de cómo el cantante escribe una
carta a su amor en la que le relata cómo su presencia salta desde las fotos de
su vida en común. Y le dice que está sólo escribiendo una canción de despedida
cuando en realidad es una súplica a que sigan juntos.
La
música arranca con unas notas de piano que dan paso a la voz cantarina y un
poco aniñada del solista. Después entran el bajo poderoso y la batería marcando
el ritmo. En el estribillo todo sube de potencia y desemboca en el punteo de
guitarra.
©
Los Lunes y
Tábata.
Letra Original:
|
Madrid
a 6 de julio del 91
¡Hey! ¡Qué tal! Las cosas por aquí ya sabes bien sin embargo yo estoy mal te echo de menos, ¿dónde estás? Ayer por fin encontré las viejas fotos que te di ¿ya lo ves? Aquellas en la playa junto a ti y tu voz se oye aún sabes que no son papel mojado
Hoy
me acordé de las tardes de verano juntos
Sí, ya lo sé que tengo que seguir mi vida pero esto es una canción sólo una canción de despedida ohhh
Hoy
me acordé de las tardes de verano juntos
Sí, ya lo sé que tengo que seguir mi vida pero esto es una canción sólo una canción de despedida ohhh
Qué
tal si en vez de darnos por vencidos cada vez
que un error destroza una amistad que es más que amor Sólo espero verte aquí antes de que sea demasiado tarde
Hoy
me acordé de las tardes de verano juntos
Sí, ya lo sé que tengo que seguir mi vida pero esto es una canción sólo una canción de despedida ohhh
Sabes
que no son papel mojado
Hoy
me acordé de las tardes de verano juntos
Sí, ya lo sé que tengo que seguir mi vida pero esto es una canción sólo una canción de despedida ohhh
Hoy me acordé de las tardes de verano juntos
Sí, ya lo sé que tengo que seguir mi vida pero esto es una canción sólo una canción de despedida ohhh
Hoy me acordé de las tardes de verano juntos
Sí, ya lo sé que tengo que seguir mi vida pero esto es una canción sólo una canción de despedida ohhh |
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